Ronja la hija del bandolero

Resolviendo los problemas (Parte 1)

Los chicos llegaron al castillo al atardecer, todos los presentes estaban sorprendidos por su aparición.

-¿Donde está Matiss y los demás bandoleros?
Ronja buscaba a su padre con la mirada sin encontrarlo. Lovis se colocó frente a Ronja y Birk.

-Ellos ahora tienen que levantarse más temprano para desayunar algo y luego irse a robar,los soldados están más atentos, Matiss, Borka y los bandoleros tienen que ir a robar un poco más lejos, por lo tanto llegan un poco más tarde que de costumbre.

Ronja y Birk estaban sorprendidos por lo que había dicho Lovis. Birk iba a decir algo pero Undis lo interrumpió.

-¿Pero que es lo que hacen ustedes aquí?, ¿no se supone que siempre regresan hasta el otoño?

-Ah, si, pero este año no estábamos muy animados para estar en la cueva...
Birk iba a continuar hablando pero Ronja lo interrumpió.

-Y siempre es mejor estar con nuestra familia ¿no es así Birk?

Ronja miró a su hermano sonriente, esperando una respuesta, el chico solo se limitó a sonreír.

-Bueno, Birk iré a darme un baño, me siento muy sucia.

-Claro, yo también, nos vemos.

Ronja se dirigió a la habitación donde habitualmente se bañaba y Birk fue a su parte del castillo donde había un pequeño cuarto que Undis había escogido para que se bañaran, ambos salieron acompañados de sus madres.

Lovis ayudaba a que Ronja se bañara y aprovechó para preguntarle lo que pasaba.

-Birk está muy extraño, hace una noche no durmió nada y tuvimos que regresar a la cueva durante el día para que el descansara, madre me preocupa, ¿Que crees que le pase?

-No lo sé,porque no hablas con él y le preguntas que sucede.

-Pero, ¿y si no quiere hablar conmigo?, sé que no está molesto conmigo, pero, hay algo que no me quiere decir.

-Si quieres, yo puedo hablar con él.

-Madre, ¿tu harías eso por mi?

-Claro.

-Pero, ¿y si tampoco te lo dice?

-No te preocupes, estoy segura de que si.

Ronja ya había terminado de bañarse y se estaba vistiendo cuando terminó corrió hacia Lovis y le dio un fuerte abrazo.

-Madre, te quiero.

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Undis preparaba el agua para que Birk se bañara, ella notó la expresión que su hijo tenía en el rostro.

-Birk, ¿que te pasa?,te veo muy serio.

-No es nada, solo estoy cansado.

Undis arqueó una ceja, sabia que Birk le estaba mintiendo.

-Vamos, dime, ¿qué pasa?, ¿puedo ayudarte en algo?

Birk estaba un poco dudoso, pero sabía que su madre podría ayudarlo.

-Madre, me está costando mucho, saber que tengo que crecer, y ahora tengo que buscar una forma de ganar plata para que Ronja y yo podamos vivir, podríamos cazar animales, pero, no sería tan fácil, el invierno lo hace difícil.

-Oh, ya veo, sé que cuesta mucho crecer y dejar atrás nuestra infancia, pero, todos nacemos, disfrutamos de las cosas buenas que nos da la vida, crecemos y morimos, pero todos tenemos preocupaciones, no estes tan alterado, estoy segura de que encontrarás una solución.

-Pero, no solo es eso, Ronja quiere saber que me pasa, y, no quiero preocuparla.

-Si quiere saber qué pasa, solo habla con ella y dile, puede ser que encuentres una solución junto a ella.

Birk se encontraba más tranquilo, ya no se sentía preocupado, hablar con su Madre le había servido bastante y estaba dispuesto a contarle a Ronja el problema.

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La chica castaña estaba recostada en su cama, ya tenía rato que Matiss había vuelto y como siempre, sin razón alguna todos estaban celebrando.

Ella pensaba en la platica que había tenido con Lovis, entonces se paró de golpe y buscó a su madre.

-Madre, no tienes que hablar con Birk, lo haré yo misma no quiero depender de nadie.

Ronja se fue dejando a Lovis con una sonrisa de aprobación, ambas se unieron a la fiesta olvidando todo y Ronja bailaba como de costumbre con su hermano.