La Flor Del Amor Debe Ser Quemada [Terminada]

25 Locura y celos

-¡Malditos sean, malditos sean todos!

Adara termino de tirar al suelo todos los muebles de su habitación y se puso a respirar contemplando los resultados de su ataque de ira.

-Efrion, maldito bastardo...

Sus padres la habían criado para que fuera exclusivamente para él. Su compromiso fue un regalo otorgado a su padre por sus grandes logros militares cuando ella apenas tenia nueve días de vida. Toda su vida fue orientada para complacer a ese único hombre, hasta el punto en que su propia mente desarrollo una obsesión malsana por su prometido

-Cabron de mierda...

Aun recordaba el día que se encontraron con Shirin.

-La muy puta

Ese día ella estaba agarrada de su brazo como tantas otras veces. Todo estaba bien y en su sitio. Entonces se decidió empezar a bailar y ella espero que Efrion le tendiera su brazo como habitualmente hacia

Pero Efrion ya no estaba a su lado y no sabía cuando se había marchado. Le busco con la mirada confundida y le vio... Cometiendo lo que fue el principio de una gran traición...

La tendió su mano a Shirin, la hija de un conde. Y ella, pese a conocer todas las normas no escritas de la sociedad, la acepto.

El primer baile siempre estaba reservado a tu prometido, el resto eran libres. Sin embargo esa noche Efrion solo bailo con la joven Shirin que estaba haciendo su debut en la corte.

Ella fue dada de lado ese día. De nada sirvieron sus horas peinándose, maquillándose y eligiendo ropa. Todos sus sacrificios para estar delgada y tener la piel blanca. No sirvieron de nada.

Su pequeña felicidad fue destruida en un momento por una joven de cabellos y ojos negros y la piel tan blanca como la nieve. Ella intento consolarse, decirse a si misma que solo había seleccionado a una concubina, ella estaba preparada para compartirle.

Dos semanas después llego la carta en la que el príncipe ponía fin a su compromiso y le daba a su familia un dinero de compensación que superaba su dote por mucho.

-Maldito seas

Por mucho que fuera al palacio no conseguía una respuesta a la pregunta de por qué se habían cortado los lazos de su compromiso. Y una semana después llego la invitación de boda...

La boda de Efrion y Shirin. Fui obligada a sentarme y asistir, Shirin llevaba el vestido de novia que llevaba haciéndose desde que Efrion nació, se intercambiaron los anillos hechos para la ocasión por los mejores joyeros... Mis momentos. Asistí vestida de negro y yendo de luto. Luego de unos meses me degrade ante él. Mi mente no podía pensar.

Y aquel fatídico día... Cuando anunciaron el embarazo de la princesa consorte. No recuerdo nada excepto que tenia un cuchillo en la mano y los guardias se ponían delante de Shirin, incluso Efrion me miraba como a un monstruo. Dirigí el cuchillo a mi cuello y quise acabar con todo

Pero la fuerza de una mujer no fue suficiente y seguí viva. Mis amorosos y muy ofendidos padres se aseguraron de que no fuera exiliada y me negué a contraer matrimonio con otro hombre. Intente asesinar varias veces a Shirin, pero lo único que logre fue dejarla estéril.

-Te vamos a enviar al harem de un rey de otro país como parte del acuerdo de paz. Agradece que le gusten las mujeres mayores y que este país por fin pueda sacarte algún provecho.

-Malnacido.... El hijo pagara por los pecados del padre, esa joven silenciosa morirá