La Flor Del Amor Debe Ser Quemada [Terminada]

Parte 4 No sé como salir de las rutas

Aquel día no me llevaron la cena. No me importo mucho, pero sabía que eso significaba lo enfadados que estaban conmigo.

¡Fui maleducada! ¡Sorbí la sopa! ¡Me atragante adrede! ¡No hable con el príncipe!

¡¿Por qué la reina me eligió de todas maneras?!

¡¡ ¿Este aspecto le gustaba tanto?!!

"¡Te ha elegido!"

"Esa es nuestra Salina"

"Era obvio, ella es tan hermosa como nosotras"

"Serás la más hermosa de las reinas"

Las hadas llevaban así desde que la reina había dicho que quería que yo fuera la esposa de su hijo. Mi rostro seguía inexpresivo pero un hervidero de emociones bullía en mi interior. Mi única esperanza era que el rey no lo aprobara

Yo... quería alguien que me amara solo a mí. No a alguien que se enamorara de mi hermana pequeña y me abandonara o al que yo nunca pudiera reclamar

¡¡Tenia que hacer mi mejor esfuerzo para que Celine y Erick acabaran juntos!!

-Me sorprende que coincidas conmigo, hijo mío. ¿No te oponías a la idea del matrimonio?

-Si, bueno... Pero, me sorprendió esa chica. Los rumores sobre como el duque Burke trataba a su hija parecen ciertos. Estaban desesperados porque escogiésemos a la menor o a las mayores en lugar de a ella

-Como si fuésemos a dejar que tuvieras una esposa más poderosa que tu. Aunque esa chica sea una discapacitada su linaje es fuerte. Además, si os casáis vuestros hijos serán muy hermosos y eso es un gran arma

El príncipe sonrió, era la primera vez que conocía a una mujer que estaba tan desesperada porque no se fijara en ella

El momento del desayuno era un momento donde ella, tras ser vestida, se sentaba en una mesa y aparecía una criada con una bandeja de comida y los cubiertos. A veces llevaba migas alrededor de la boca, demostrando que había comido parte de la comida que estaba destinada a ella en su camino hacia el dormitorio

Eso no le importaba, no se movía y no quemaba las calorías que consumía. Además, la comida solía estar fría y dura. Nada que ver a las frutas frescas que comía en el bosque. La criada se quedaba delante de ella mientras comía y sin hablar, nada más acabar recogía las cosas y salía cerrando la puerta con llave

Por lo que sabía el resto de su familia comía en el comedor todos juntos en un momento familiar. No sentía envidia, ya estaba acostumbrada a ese trato

"¡El rey dio su aprobación!"

Me falto poco para atragantarme con el desayuno ante el jocoso comentario

Usted era mi último recurso, Su Majestad. Bueno, el juego no empezaría hasta que Celine cumpliera 16 años. Tenía hasta entonces para intentar romper mi compromiso y juntarlos. Pero según el juego, desde que fijaron su compromiso el príncipe no volvió a pisar la casa del duque.

¿Qué haría ahora?

Una criada mas entro en la habitación

-El duque la reclama

Mierda. Tenía suerte de no mostrar sus emociones, pero no podía evitar temblar mentalmente. Era la primera vez en su vida que su padre la reclamaba