Mi nombre es Erick Laroche Serenade. Soy el príncipe de este país y recordé mi vida pasada cuando tenía cuatro años. En mi vida pasada fui el presidente de una de las empresas del Zaibatsu y la levante de la nada tras la segunda guerra mundial cuando apenas tenía catorce años. Mi vida no era digna de mención. Primero fue levantar el negocio, ampliarlo, negociar con los gobiernos y las mafias y seguir ampliándolo.
Un buen día me mire al espejo y me di cuenta de que tenia setenta y seis años. Seguía siendo virgen, no me había casado, no había tenido hobbies,... Decidí que eso cambiaria, me jubile y mis hermanas, que si se habían casado, me intentaron organizar un matrimonio en la vejez. Sin embargo las mujeres que a mí me gustaban ya estaban felizmente casadas o eran viudas que no querían volverse a casar
Así que me dedique a cuidar de los hijos de mis sobrinos durante la siguiente década y media, puedo decir que fue una vida muy bien vivida. Sobre todo cuando era llamado abuelo guay. Y morí mientras dormía, pero viví una vida increíble
Y lo recordé todo tras tener un accidente, intento de asesinato, con cuatro años. En ese momento decidí vivir todas las cosas que no había vivido antes. Al fin y al cabo el reino era más fácil de gestionar, sobre todo con esta sociedad medieval, que el Zaibatsu
La magia era maravillosa, siempre había admirado la habilidad con la espada, parecía que esta vida cumpliría con todos mis sueños. Todo era muy divertido, aunque me comporte con la responsabilidad que se esperaba de mí. Y pude disfrutar de mi padre, en mi vida pasada mis padres murieron cuando yo era muy joven
Pero había una cosa que quería conseguir, algo que deseaba a toda costa. Quería a mi propia Yamato Nadeshiko, ese era mi prototipo ideal de mujer. Sin embargo aquí me lleve un gran golpe cultural. Resulto que en las sociedades europeas no se llevaba la elegancia de la sencillez, la pureza y la delicadeza, no, se llevaba aparentar, mostrarse superior a los demás y pisar a los otros.
Aprendí a moverme entre mujeres, pero no podía soportar pensar que una de esas niñas mimadas y presumidas pudiera convertirse en mi esposa. Ese había sido el motivo por el que no me había casado en mi vida anterior
Pero a los veintitrés años una antigua tradición del reino me golpeo. Había siete familias Ducales, la tradición dictaba que si no conseguía encontrar una mujer a la que amar me casaría con una mujer de la siguiente familia Ducal. Tocaba la familia Burke, los del pelo verde
Mi madre me acompaño para asegurarse de que elegiríamos a una mujer de la familia. Los duques eran tal y como los recordaba con disgusto. Tenían a su hija más joven bien agarrada y casi ofrecida a mí para que la eligiera, pero no me gusto... A las otras dos ya las había rechazado, pero la hermana menor...
Tímida, como un pequeño animal, voz suave, increíblemente hermosa para su edad, con una suave sonrisa, etc. Completamente mi tipo y diferente de las otras mujeres de la nobleza. Durante toda la reunión intento evitar que le prestáramos atención, menos en un momento en el que sorbió la sopa y nos pidió perdón, o cuando se atraganto y tuvieron que golpearla fuerte la espalda para sacárselo. Parecía tan débil y delicada...
Si, era perfecta
Pero en el viaje de vuelta mi madre me conto los rumores sobre esa hija
El duque la despreciaba y maltrataba de mil maneras solo por ser una discapacitada mágica. Quise protegerla con más fuerza y conseguí que fuera convertida en mi candidata a esposa. Pero luego pensé en lo mal que la tratarían si ella conseguía una mejor posición, así que la lleve al palacio
No tuvo nada que ver con el hecho de que quería ver crecer a mi Yamato Nadeshiko o que quería acostumbrarme a ella. No estaba acostumbrado a ese tipo de mujeres. Sabía esquivar a las damas de la corte, negociar con empresarias, tratar con secretarias o subordinadas, pero nada sobre cortejar. Bueno, tenía tiempo. Y cuanto más pasaba mas parecía ella mi tipo ideal, hasta ser alguien casi perfecto
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La Flor Del Amor Debe Ser Quemada [Terminada]
Fantasy"La flor del amor" un juego otome para adolescentes en el que la protagonista tiene que encontrar el amor pese a las constantes críticas de su hermana mayor Es tan cursi q nadie reconoce haber jugado Pero tenho un problema... SOY LA VILLANA. No me...