Quince

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Dos semanas me había quedado en Italia.

Claramente tenía que mostrar informes del porque me mantenía aquí y que raro que cada contrato que hacíamos Albert y yo había un error e íbamos al antro para arreglarlo.

Ya hoy estaba de vuelta a la realidad, pero me tocaba seguir con mi vida normal

-Vamos perezosa que llegaras tarde a tu trabajo- comentó Alex entrando a mi habitación

-No puedo renunciar – comente mirando el techo

-Piensa que con ese dinero pagaremos la renta esta semana- dijo el mirándome

-Es verdad- agregue poniéndome de pie para ducharme.

Al salir del baño me coloque un traje pegado a mi cuerpo que me quedaba a mitad de mi muslo.

Mi cabello lo recogí en una dona alta y mi maquillaje era lo más natural posible. Como siempre me coloque mis tacones y tome mi bolso.

-Me voy que ya estoy tarde- dije mientras buscaba las llaves de la casa

-Yo te llevo- dijo Alex mostrándome las llaves de su auto que había comprado

-Vamos- respondí sonriéndole

Todo el camino íbamos hablando de cosas triviales hasta que el me dejo en la puerta de la empresa.

Al entrar claramente todos los ojos que había presente se quedaron mirando.

Di unas de mis mejores sonrisas y subí a mi planta.

-Buenos días Giselle- dije saludándola

-Señorita- respondió ella nerviosa

- ¿Qué sucede? – pregunte igual de nerviosa

-El jefe la está esperando en su oficina- comento haciendo que choque mentalmente con un muro de concreto

-Vale- respondí seria

No sabía si realmente entrar, pero de lo que si estaba clara es de que una vez pisara dentro desataría la tercera guerra mundial seguida de la cuarta.

Tome un buen bocado de aire y entre.

-Buenos días Señor De la Fontaine- comente caminando a mi silla

-Lía García- respondió serio

- ¿Se le ofrece algo? – pregunte seria mientras lo miraba por primera vez y Dios quiero besar esos labios rosados

-Necesitamos hablar- dijo el bajando la guardia la cual no esperaba

-Lo siento, pero no tenemos nada de qué hablar usted y yo a menos que sea de trabajo- dije seria

-Es sobre nuestro trabajo- dijo el haciendo que me doliera más mi alma

-Eso es todo lo que fui para ti un PUTO TRABAJO QUE TE DEJARIA MILLONES- hable saliendo de mi limite

-No me hables así soy tu jefe- respondió el

-VAYASE A LA MIERDA. ME CANSE DE SER SU OBJETO PARA TENER GANACIA. QUE ES LO QUE YO GANO CON ESO- grite con desesperación

-Calla que nos escucharan- respondió mirándome asustado

-Sabes que renunció no podemos seguir trabajando juntos- dije seria

-No seas tan inmadura lo nuestro nunca fue real así que no veo por qué sentirnos incomodo- dijo el colocándose en pie

-Perfecto tú lo has dicho esto no es real así que le pido de favor Señor De la Fontaine que salga ya que tengo mucho trabajo que realizar- respondí seria mientras no lo miraba

Mi Jefe el InsípidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora