Mi Jefe el Insípido

Catorce

Busque en mi cartera en una libreta en donde tenía los números de la oficina escrito.

-Me prestas un teléfono- dije sonrojada

-Claro toma- dijo ella pasándome su celular

Llamada

XCVB: Buenas usted está llamado a De la Fontaine, Inc. Habla con la secretaria del Señor Ajnaber ¿en qué podemos ayudarle?- dijo ella con problemas en pronunciar bien el apellido de su jefe

Lía: Buenas habla Lía García de Finanzas y me gustaría saber si hoy está trabajando su jefe y si me puedes pasar con el – respondí natural

Secretaria: Ahora la comunico con el- se limitó a decir y me dejo escuchando una música ahí muy porquería

Löic: FUGITIVA- grito el haciendo que Giselle se riera

Lía: Necesito boletos para viajar hoy mismo a Italia- respondí sin rodeos

Löic: ¿Motivos? – pregunto el mientras escuchaba que hacia algo

Lía: Cierre de contrato creo es un buen motivo- reí

Löic: ¿Con... con quién?- hablo pero se me hiso tan raro que titubeara

Lía: Albert Maxwell- dije impaciente

Löic: ¿Recoges los boletos aquí o te los mando por internet?- pregunto

Lía: Tu lo dijiste estoy de fugitiva así que mándamelo a mi correo- dije cortando la llamada

Fin de la llamada

-Prepara todo debemos salir rápido de aquí si no queremos que el cuernudo llegue al aeropuerto antes- dije desesperada

-No tienes ropa- respondió Giselle

-Tranquila comprare algo allá- dije mientras tomaba la ropa que me había traído Alex para irme

En tiempo record las dos estábamos ya arregladas.

Nos montamos en un taxi y llegamos al aeropuerto.

-Hermoso puedes buscar dos boletos que tengo a mi nombre- dije coqueta

-Claro preciosa- dijo el

Todos son iguales- pensé

-¿Me pasas tu identificación? – pregunto el

Cuando tuvimos los dos boletos sin pensarlos pasamos pero el área de seguridad y cuando toco mi turno escuche mi nombre.

-LIA- dijo esa voz que antes hacía que un zoológico despertara pero ahora solo hacia nacer la ira

No lo mire así que con mi cabeza en alto me adentre más hasta que sabía que no estaba en su campo de visión. Al voltearme lo veo buscándome pero no lo logra.

Sigue hermoso pero lo nuestro jamás fue real y debemos caer en la realidad aunque duela.

~

Ya nos encontrábamos en Italia y aquí todo me recuerda a él.

Primero es su país de nacimiento

Segundo todos hablan ese idioma que no entiendo ni una papa.

Tercero, tercero no, no hay un tercero.

-¿Lista? – pregunto Giselle para salir del hotel que nos hospedábamos para ir a la empresa en donde cerraría el contrato

Todavía continuaba sin celular así que solo hablaba con Alex cuando se podía.