Mi Jefe el Insípido

Ventiocho

Ya todo estaba más que listo para el gran día de hoy.

Todos los empresarios que fueron invitados habían confirmado su participación.

Obviamente había una que otras mujeres que eran empresarias y dueña absoluta.

No podía negar que me sentía orgullosa de cada una de las mujeres que eran auto eficiente por si misma porque para que negar que lo típico es ver que un hombre dirige una empresa grande.

-Lía es momento que vayas a casa para que te arregles- hablo Giselle apareciendo frente a mí con su bolsa y teléfono en manos

-Vale solo termino de agrupar unos papeles y salgo de aquí- dije sin mirarla

-Vale entonces nos vemos más tarde- hablo ella mientras salía de mi oficina

Antes de terminar con mi tarea mande un mensaje a Alex para que me pasara a recoger.

Mi teléfono de la oficina no dejaba de sonar, pero no quería contestar ya que seguro eran periodista pidiendo permiso a entrar, pero ya había mandado las invitaciones a los que tenían el permiso.

Lo más seguro es que mañana todos los periódicos tendrían en portada esta actividad.

Al salir de la oficina podía ver como un Alex serio me espera recostado de su auto como todo chico de película de Hollywood.

-Vamos chaval deja la pose y llévame a la casa- dije riéndome de el

-Tienes un regalo de un admirador secreto en la casa- dijo el mientras conducía

- ¿Cómo así? – pregunte ya que según yo no tenía a ningún admirador

-Bueno llego una persona en un vehículo bastante caro por ciento y me dejo una caja negra en donde me pidió que te la entregue especialmente a ti- hablo el mientras que el con precaución doblaba a mano derecha

- ¿Qué ropa piensas ponerte hoy? – pregunto el sin mirarme

-Realmente pienso ponerme cualquiera ya que me toca estar detrás de escena- dije sincera

- ¿No desfilaras con el italiano millonario? – pregunto el serio sin mirarme

-No él no me invito como su pareja así que solo voy en plan de organizadora y la que pone orden- dije sincera sin mostrar mis sentimientos reales

-Bueno él se lo pierde- dijo el mientras colocaba la radio

No era porque el piso quedara lejos, pero Dios Alex no quería dañar el auto

Al llegar a la casa rápidamente me acerque a la caja negra que había en mi cama.

-No me atrevo a abrirla – dije sincera

-No seas miedosa que no es una bomba- dijo el serio

-Vale- dije mientras había lentamente la caja para encontrarme un traje roja y una carta

Carta

"Princesa de Barcelona

Aquí está su traje para hoy y espero que sea mi Cenicienta esta noche. Me costó mucho el averiguar tus medidas, pero para mí nada es imposible. Por si te siembra la duda nunca nos hemos visto en persona, pero si esta semana hablamos por teléfono. Me gustaría que si tenemos un baile puedas aceptar mi petición de bailarlo juntos. Sabrás quien soy ya que andaré con un pañuelo del color de tu traje. Espero verte en unas horas princesa.

Con total admiración,

MKL"

Vale el tío tenía una firma muy interesante, pero quien tenía iniciales MKL.