Mi Jefe el Insípido

Ocho

Al día siguiente me levante gracias a los ruidos otra vez de martillos.

De un humor horrible me levante y me duche. Me coloque una de las ropas que tenía en mi maleta y baje.

-Buenos días Señora- dijo uno de los trabajadores pasando por mi lado

-No Teodoro te dije que necesito tener todo claro para hacer el viaje mañana- escuche como el italiano hablaba por su celular

-Como que tu hija tratara conmigo todo el caso si ella no sabe nada- respondió furioso

Lo deje solo hablando ya que no quería saber nada del trabajo. En la cocina me prepare unos huevos fritos y me senté a comer mientras miraba el escenario que ocurría frente a mí.

A un lado estaba Mäel peleando con quien sabe cuál inversionista mientras que los trabajadores subían y bajaban sin descanso.

-Non voglio viaggiare preferisco perdere tutto per andare a conquistare un ampio che ha dormito con un intero paese. (No viajare prefiero perder todo a que ir para conquistar a una tipa que se ha acostado con todo un país.)- hablo en italiano y por su tono estaba furioso así que no dije nada

Las horas pasaban y mi jefe seguía con el mismo ánimo que el de la mañana.

-Feliz Navidad Señor- dije con miedo al encontrármelo en la habitación que compartíamos

-Igualmente- dijo el sin quitar su mirada de su ordenador

-Voy a mudarme de habitación ya que las demás están listas- comente mientras buscaba mi maleta

El ni me respondió así que continúe con mis cosas.

~

Todo el día me la pase sola ya que el insípido estaba muy ocupado haciendo no sé qué. De vez en cuando podía escuchar sus gritos mientras hablaba con no se quien en italiano

En la noche me coloque un traje rojo pegado al cuerpo ya que tenía planeado hacer una cena para nosotros como siempre yo hacía en mi apartamento aunque estuviera sola.

Mäel no salía de su habitación así que me dio tiempo suficiente para preparar la sorpresa.

Con cuidado intentando hacer el menor ruido posible camine hasta su habitación. Como era costumbre en la oficina cuando el andaba así no utilizábamos los tacones aunque siendo sincero nunca hice caso y ni lo hare a esa regla estupida, pero estoy en su casa no puedo excederme demasiado.

-Disculpe- dije asomando mi rostro para encontrarme de frente con el pecho desnudo de Mäel

-¿Vas a salir? – pregunto al verme

-No quería invitarlo a comer ya que hice la cena- dije nerviosa

-Vamos- dijo el bajando sin camisa

Su habitación olía solo a el así que sabía que se había duchado.

El tenía solo una sudadera gris larga y su pelo sin peinar.

El me hacía sentir que andaba demasiado formal.

-Espero le guste- dije con el formalismo de siempre

-Tutéame estamos solos- dijo el mientras daba el primer bocado

No si es bipolar el italiano. Unos momento quiere que sea formal y después quiere que sea amigable.

La cena fue en silencio ya que no quería hacerlo enojar con alguna estupidez

-Lamento que escucharas todo en otro idioma- dijo el un poco avergonzado