Mi Jefe el Insípido

Cuarenta y Dos

-Lía- hablo después de una media hora en silencio

-Amor- dije bajito

-No quiero que te sigas arriesgando si Andrea no llega a enviarle ese mensaje a Alex no sabemos que hubiera pasado- dijo el preocupado

- ¿Qué les mando? - pregunte

-Solo escribió "Ayuda" y compartió su ubicación por una hora, pero al parecer apagaron su celular y nos preocupamos demasiado- dijo el mientras mantenía su mirada en la carretera

-Yo entiendo muy bien que eres independiente y que no te gusta que te ayuden, pero amor si no llega a ser porque tengo un amigo que hackea ahora mismo no sabría donde demonios estarías. Tuve que pedirle que entrara ilegalmente al celular de Andrea y el tuyo para poder sacar su ubicación de las pasadas horas. No sabes como sentía que mi corazón se detenía al pensar que cualquier cosa pudo haber pasado. Además, porque demonios tienen que verse tan lejos- comento al final enojado

-Amor sabes como son los clientes y pidieron venir aquí- respondí jugando con mis dedos de los nervios

-Disculpa mi enojo simplemente me preocupe mucho por ti – dijo el mientras colocaba mi mano en mi muslo y yo sin pensarlo dos veces entrelace nuestros dedos.

-Tranquilo lo entiendo- dije acariciando su mano

~

Cuando llegamos a mi piso el se bajo del auto ayudándome y entramos.

-Voy a hacerte algo de comer ligero- dijo mientras lo perdía de mi vista

-Yo me cambiare de ropa- respondí mientras iba a mi habitación

Sabia que quizás lo había hecho mal pero no era mi intención preocuparlo.

Me quite los tacones y mi traje para solo ponerme un short y una camisa de manguillo.

Al volver a la cocina pude ver a Mäel de espalda cocinando por lo cual llegue hasta donde el y lo abrace.

-Discúlpame por mi irresponsabilidad- hable mientras le daba un beso en su hombro

-No te preocupes hermosa pero no quiero que vuelvas a salir tan lejos por solo trabajo. A mi no me interesa el dinero que podamos ganar por el contrato. Para mi lo mas importante es tenerte sana a mi lado- respondió mientras que juntos caminábamos a la nevera

En realidad, no quería soltarlo no ahora.

-Hermosa tengo que cocinar- dijo mientras me separaba

-Esta bien hare la mesa entonces- dijo sacando los platos y los cubiertos para nosotros.

Cuando termine la mesa el traía la comida ya servida.

-Aquí tienes pasta aglio olio con camarones- dijo mientras notaba su orgullo de su comida

-Espero que este buena- dije riendo

Los dos nos sentamos en silencio y comenzamos a comer mientras nos mirábamos.

- ¿Qué? – dije limpiando mi boca ya que el no me quitaba la mirada

-Estas hermosa- comento mientras tomaba mi mano

-Lía- me llamo haciendo que lo mire

- Se mi esposa- soltó sin mas mientras me mostraba un anillo hermoso

- ¿Cómo? - dije mientras sentía que mis ojos se humedecían

-Llevo tiempo ya con el anillo, pero todo lo que a pasado entre los dos no a permitido que te lo diera, pero al sentir hoy que puede ser que en cualquier momento te pierda quiero vivir cada segundo a tu lado, quiero despertar junto a ti y poderte ver cada mañana, quiero que seas mi reina y la madre de mis hijos, muero por hacerte el amor al amanecer, atardecer, en la noche y si podemos en la madrugada. No te quiero ver en otros brazos quiero que seamos solo uno- comento mientras me colocaba el anillo