Arlequín [YeKyu] [+18] [Terminada]

Capítulo 4

-Entonces...

-Entonces sucede que a ti te dieron mal la información, mocoso...

Leeteuk pronunció cada palabra con desprecio, cosa que a Yesung le sorprendió. Nunca había visto a su amigo tan enojado.

El joven llamado Kyuhyun no levantaba la vista del piso, lugar de donde no la había corrido desde que Yesung pidiera que lo sentaran en una silla para que pudieran tener un coloquio más o menos normal.

-Leeteuk... - lo llamó con aprehensión. El aludido desvió su vista hacia él con desgano.

-Yesung... Este imbécil tiene que aprender a respetar a sus mayores. No puede ir por la vida utilizando la violencia como medio para resolver los asuntos personales. - dijo Leeteuk, volviéndose hacia Kyuhyun.

-Estoy de acuerdo contigo en ese punto. Pero la forma en la que estas diciéndolo no es el más correcto.

-¿Qué? ¿Acaso no viste lo que te hizo? Yesung, ¡este imbécil te atacó!

Yesung desvió la vista hacia Kyuhyun.

Era verdad. La evidencia más explícita de aquello era su labio hinchado y desgarrado.

-Lo sé y estoy completamente en desacuerdo. Pero has de ser justo y ver que, en este caso, él tenía un motivo. Y, además, una distorsionada información.

Leeteuk volteó hacia Yesung.

-¿O sea que estás justificando su accionar?

-Puedes tomarlo de esa forma si lo deseas. Yo estoy tratando de ser justo y de ver la situación de la manera más objetiva posible.

-Utilizó la violencia y te atacó sin estar cien por ciento seguro de la información que había recibido.

Yesung asintió.

-Es verdad y es su error. Pero es un humano y, además, es joven. La factibilidad de error está siempre. ¿Acaso tú no cometiste errores en tu primera juventud?

Ante aquel alegato, Leeteuk no pudo replicar.

-Kyuhyun...

La voz de Yesung resonó seria y grave en la estancia. El joven levantó la vista en ese momento ante su llamado, encontrándose con su mirada tranquila y adusta.

Los ojos de Kyuhyun denotaban tristeza, dolor y miedo. No quedaba rastro alguno de su anterior rencor.

-Kyuhyun, debes prometerme que la próxima vez tratarás de cerciorarte de que la información que te brindan sea fidedigna, y que, a pesar del dolor que puedas sentir, tratarás de actuar con la cabeza fría. No puedes emitir juicio certero alguno cuando la sangre te nubla la visión.

Los grandes iris de color oscuro del joven se centraron en los suyos y, de pronto cambiaron de expresión, la cual Yesung no supo descifrar.

-Y usted me prometerá que ayudará a asegurarme de que el crimen de mi hermano no quede impune.

JungSoo se volvió hacia él con ira.

-¡Cómo te atreves! ¡Después de que lo golpeaste de esa manera! ¡¿Acaso no te da vergüenz...

-Por supuesto. Me aseguraré de llegar a fondo de ese asunto. - dijo Yesung, cortando la verborrea exaltada de Leeteuk. Éste se giró con brusquedad, abriendo grandes los ojos, dejándolo momentáneamente sin palabras.

El joven Kyuhyun asintió con la mirada llena de tristeza. Luego desvió la vista hacia la puerta y se incorporó, dispuesto a irse.

Leeteuk blanqueó los ojos e hizo señas al criado para que acompañara al chico hacia la entrada.