« Notes » ; Todofem!Baku.

Nota #4

"Ha pasado bastante tiempo desde la última nota, ¿no?

Lamento haber estado tan intermitente, han ocurrido cosas y bueno... dejemos eso de lado.
¿Has comido bien?
¿No te has hecho más heridas?
Katsuki, sé que aún quieres saber quién soy.
Si descubres quién soy te llevarás una sorpresa así que lo mejor es mantener el secreto de mi identidad.

                                                                                                                                                                       — Anónimo." 

(12:00 pm)

Oh, glorioso y bendito seas, día sábado.
Todos estaban esperando este ansiado día, era el día perfecto de la semana para estar descansando sin interrupciones, salir con los amigos, tener salidas familiares o simplemente quedarse en casa... con Katsuki esto no se aplicaba y para Shouto tampoco.

Estos jóvenes se encontraban en el instituto por castigo; la peligrosa delincuente juvenil, pero inteligente a la vez había sido castigada. El talentoso diamante en bruto heredero de toda la fortuna de su tirano padre, además, es inteligente y astuto también había sido castigado.

¿La razón?

Llegar jodidamente tarde, bueno, no exactamente el llegar tarde era la razón por la cual estos dos iban a ser regañados, el verdadero motivo era:

Su conducta.

— ¡¿Por qué llegaron tarde, maldición?! —  Así es, el maestro que había lanzado tal "palabrota" al frente de sus alumnos era Aizawa Shouta, que llegara a esos extremos era porque en verdad estaba furioso con sus alumnos y no era para menos, los dos mejores de su clase estaban siendo un delicioso bocado para los chismosos del instituto.

— Joder, se supone que yo debería estar en casa haciendo nada, tch. — Ah, querida Katsuki... mejor te hubieras quedado con su preciosa boca cerrada, ahora por abrirla te tendrás que ver con el temible profesor jefe.

— ¿Qué has dicho, Bakugou...? — Si se pudiera asesinar con la mirada, Aizawa ya tendría a los dos chicos que tenía al frente hechos más que trizas, es más, hasta se ponía a bailar en sus cuerpos masacrados de la rabia (y felicidad) que tendría al haberse deshecho de sus alumnos. — Ahora por estar de puta ama tendrás que hacer un informe de cincuenta páginas con Todoroki de compañero, las páginas serán llenadas por las dos planas y el maldito tema será su retorcido y pesado comportamiento.

— ¿Podría dejar de estar "maldiciendo"? Parece como si Bakugou le hubiera poseído. — 

— ¡¿QUÉ HAS DICHO, BASTARDO ASADO POR LA MITAD?! ¡VEN A QUE TE DEJE SIMÉTRICO CON TU PUTA QUEMADURA! — 

En esos instantes, el profesor de hebras azabaches y aspecto desaliñado ya no supo como aguantar su cólera, si bien siempre estaba en plan "I don't give a fuck" por la vida y no le importaba nada más que dormir o estar con los gatos que se encontrara, en esos instantes el de descuidada barba se levantó de su lugar, se acercó a los jóvenes que estaban delante de él y los tomó con fuerza del cuello de sus ropajes, la expresión que mantenía en su rostro era digna de aparecer en todas las películas de terror...

  — Escúchenme bien porque no lo repetiré dos veces... Harán el trabajo los dos si o si, me entero que ninguno aporta en el informe y juro que me encargaré de expulsarlos del instituto, aquí se viene a estudiar y no a estar perdiendo el tiempo, tampoco están para imponer o para demostrar el desprecio a la gente más "baja" que ustedes, ¡¿ME ESCUCHARON?! — Y luego de tal discurso, el profesor ya fuera de sentimientos negativos hacia los dos jóvenes los soltó de dónde los tenía agarrados y volvió a su saco de dormir amarillo, se quedó tan a gusto con la reprimenda que les dio que se olvidó de Katsuki y Shouto, estos tenían más que sentimientos encontrados.— Ah... deberán entregarlo el lunes... — Y luego de decir eso quedó instantáneamente dormido.

Luego de salir de aquel trance, la de hebras rubias cenizas y el de cabellera bicolorina se encontraban caminando juntos hacia la salida del instituto, ninguno se hablaba porque sabían de antemano que si uno abría la boca, insultos saldrían y nadie quería otro regaño del profesor Aizawa, ¿no? Tuvieron suerte de que no hubiera estado otro profesor porque sino ahí si que se armaba la grande y estarían con director y todo... lo de Aizawa fue "nada".
Ambos en silencio se dirigieron a los casilleros donde mantenían sus zapatos, Todoroki había dejado una nota antes de que ocurriera todo esto y ahora dudaba más que nunca sobre el trozo de papel con tinta, ¿sería leído eso? No lo sabía, tampoco quería saber, pero una parte de él quería estar al tanto de las reacciones femeninas explosivas... debía revisarse este chico, ¿será masoquista? 

— ... Joder, entonces por qué sigue mandando notas si no quiere que sepa su maldita identidad.— 

— ... — 

— Por su maldita culpa ahora estoy más que intrigada con saber quién es, ¡¿tanto le cuesta revelar su puta identidad?! ¡Si no lo hará entonces que pare de acosarme por la mierda! — Más que "frustración", lo que sentía la chica explosiva era "desesperación".

—  Oye, Bakugou. — 

—  ¡¿Ah?! ¡Qué quieres! — Exclamó la alterada fémina de orbes rojizos, no supo si el contrario le escuchó, pero deseaba desde lo más profundo de su corazón que no le hubiera escuchado.

— El informe, hay que hacerlo ahora ya. —

— Ya lo sé, maldición. — 

— ¿En tu casa o en la mía? — 

—  ¡HACE LO QUE QUIERAS! — 

Al finalizar la odiosa y larga conversación que ambos sostuvieron, Todoroki y Katsuki se encaminaron al hogar de la última, Todoroki debería tener cuidado con su caligrafía cuando estuvieran haciendo el informe... un paso en falso y Katsuki podría descubrir que él había sido el autor de esas notas tan "odiosas" que aparecían en casi todas las mañanas en su casillero.