Taehyung se había dedicado a explicarle cautelosamente cada minúsculo detalle de su elaborado plan, nada se le había escapado al idearlo y era por eso que estaba tan confiado de que todo iría bien.
Lo primero en la lista era comprar flores, tulipanes para ser más precisos, Jimin un día le había dicho que eran sus flores favoritas y quién mejor que Yoongi para regalárselas.
Tardaron casi hora y media buscando las dichosas flores, preguntando de florería en florería, hasta que finalmente la encontraron.
Luego, tuvieron que ir por chocolates, Jimin era un niño cuando se trataba de dulces; amaba con locura cualquier derivado de éste.
Eso fue más fácil de conseguir, y muy pronto tuvieron casi todo listo. Aunque Yoongi realmente no se veía convencido de absolutamente nada, se limitaba a seguir los pasos de su amigo.
Lo último era preparar lo que Yoongi diría, eso sí que iba a ser difícil.
—Vamos, no puedes ser tan malo en esto.—animó Taehyung, sentado en la acera de una calle a tres cuadras de la casa de Jimin.
Yoongi tenía en brazos el enorme ramo de tulipanes y en otro sostenía una cajita de chocolates forrada de azul, color favorito de Jimin.
Cualquiera que pasara por allí y viera a Yoongi pensaría en tan solo una cosa al verlo, adorable.
—Tae, no creo que esto haya sido na buena idea...—habló desanimado y el menor tuvo el impulso de golpearlo nuevamente.
—Imagina que soy Jimin, ¿qué me dirías?
Yoongi se detuvo a pensar en eso y llegó a la conclusión de que habían miles de cosas que le gustaría decirle a Jimin en persona.
—Diría que...eres lindo.—a Taehyung se le desencajó la mandíbula al oírlo ¡Eso era un gran avance!
—Ajá...¿nada más? ¿No fuiste el idiota que escribió una estúpida lista de puras tonterías?—se burló el menor y Yoongi lo fulminó con la mirada.
—¡Jimin no diría eso!—reprochó y Tae se echó a reír.
—Continúa, enano gruñón, soy todo oídos.
—Bueno, diría que fui un poco tonto al...—empezó a hablar con la mirada en el suelo.
—¿Solo un poco?—interrumpió el otro.
—Muy tonto al escribir esa lista.—se corrigió y Taehyung asintió feliz.—Pero las cosas son diferentes ahora...yo no lo odio.
—Entiendo, ¿algo más?—Taehyung sabía que para su amigo expresarse mediante palabras cómo se sentía era algo sumamente difícil y estaba muy feliz de que al menos haya accedido a abrirse un poco con él.
Yoongi suspiró pesado, era ahora o nunca. Si podía decirlo frente a Taehyung, podría hacerlo del mismo modo con Jimin.
Contó hasta cinco mentalmente para cerrar los ojos con fuerza y decir en voz alta.
—¡Jimin, no hay razón para odiarte, eres perfecto como eres!
En ese momento, Taehyung quiso lanzarse a llorar.
Cuando Yoongi abrió los ojos observó a su mejor amigo caminar hacia él y darle un cálido abrazo.
—Estás listo, Yoonie. Tienes un corazón que reparar.
Dijo con una sonrisa en sus labios y dio unas palmaditas en el hombro del otro para empezar el camino hacia la casa de Jimin.
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10 razones para amar a Min Yoongi » Yoonmin [#2].
Fiksi PenggemarJimin estaba tan enamorado de Min Yoongi, así que escribió una lista de por qué. ↳ Segunda parte de "10 razones para odiar a Park Jimin". Leer el primer libro es necesario para entender esta historia. ↳ Historia de mi autoría. ↳No se permiten copias...