10 razones para amar a Min Yoongi » Yoonmin [#2].

Razón para amarlo #5 (1/2)

—¡¿P-por qué hiciste eso?!—la voz de Jimin sonaba lejana, pero fuerte. Tocaba sus labios sin poder creer lo que había pasado, Taemin lo había besado.

Él había estado tranquilamente sentado explicando un ejercicio cuando de la nada sintió unos extraños labios posarse sobre los suyos.

Ni siquiera reaccionó al inicio, solo atinó a cerrar sus ojos y esperar a que el otro se diera cuenta de que no correspondía el beso.

Claramente, eso no fue lo que pasó.

—Yo...lo siento, Jimin.—Taemin sonaba arrepentido, sus manos pasando por su cabello y mirada perdida en el suelo.

Jimin podía ser de todo, menos tonto. Aunque haya dicho que a Taemin nunca le gustó, él no podía pasar por desapercibido las miradas que éste le daba o las sonrisas que formaba cuando lo saludaba en las pasillos.

Él no podía no notarlo, cuando sabía que hacía exactamente lo mismo, pero con Yoongi.

—Está bien, solo...no lo vuelvas a hacer.—la expresión de Taemin cayó al oírlo, no esperaba un rechazo por parte del menor.

—Jimin, yo...—intentó hablar, pero el pelinaranja negó con su cabeza, ordenando unos papeles de la carpeta mientras veía a Taemin.

—Yo lo siento ¿si? Pero no puedo corresponderte.—el tono que había usado, sonaba cálido y acogedor.

Taemin se preguntó cómo hacía Jimin para ser condenadamente tierno incluso cuando lo estaba rechazando.

—Pero, ¿por qué?—preguntó curioso el otro chico, Jimin suspiró y habló nuevamente.

—Me gusta...bueno, me gustaba alguien.—chasqueó la lengua, nervioso.—Ni siquiera sé si ya no me gusta, ¡soy un desastre!—sus hombros bajaron y ocultó su cabeza entre sus manos.

Taemin lo miró sorprendido, ¿quién había provocado eso en Jimin? Quizá sabía la respuesta a esa pregunta.

—¿Es Yoongi, verdad?—preguntó con cautela, haciendo que Jimin elevara su mirada hacia él.

—¿C-cómo lo sabes?

—No es difícil teniendo en cuenta que siempre lo miras en clases, creo que el único que nunca lo supo fue él mismo.—Jimin quiso llorar en ese instante porque lo que decía Taemin era cierto, Yoongi nunca lo notó.—Pero ¿qué pasó? ¿le dijiste sobre lo que sientes?

—Yo...no creo que...—empezó a hablar, para luego ser cortado por Taemin.

—Si te preocupas por mí, no pasa nada.—los ojos de Jimin se abrieron de la impresión.—Lo digo en serio, Jimin. La verdad sí hubiera gustado tener algo contigo, tú eres...especial.—el menor se ruborizó ante eso.—Pero no puedo competir con Yoongi, si a ti te gusta, supongo que está bien.

—¿E-en verdad crees eso?—murmuró y Taemin asintió.

—¿Extraño, cierto? Llamaste mi atención desde que te vi por primera vez, pero tu felicidad es lo primero.—las comisuras de sus labios se elevaron, formando una sonrisa.—Ahora, vamos, cuéntame sobre ello.—animó Taemin y Jimin lo miró desconfiado.

—No hay mucho que decir...Yoongi hyung no me ve de esa manera.—dijo con tristeza impregnada en su voz.

—Yo no estaría tan seguro de eso si fuera tú, ¿viste cómo me vio cuando hablaba contigo? Creo que pude haber muerto si tú no hubieras estado allí.—habló divertido y Jimin sonrió ante eso.

Ojalá lo que decía Taemin fuera cierto.

—¿Sabes qué? Tengo una idea y te ayudaré.—dijo el mayor y Jimin no tardó en negarse, no creía que fuese una buena idea.—Juro que no me aprovecharé de ti.—lo miró extendiéndole su mano.— Seamos amigos ¿vale?

—¿Amigos?

—Amigos, solo amigos.—respondió firme y Jimin decidió darle una oportunidad.

—E-está bien ¡cuéntame sobre tu idea!—Y Taemin sonrió, porque lo que se le había ocurrido iba a funcionar, no había duda de eso.