10 razones para amar a Min Yoongi » Yoonmin [#2].

Razón para amarlo #6 (1/2)

Jimin no estaba muy seguro del dichoso plan de Taemin cuando despertó al día siguiente.

Es decir, ¿por qué Yoongi se pondría celoso de verlo acompañado de Taemin? Ni en sus sueños más preciados algo como eso sucedería y él era consciente de ello.

Bajó a tomar desayuno como todos los días, después de su rutina luego de levantarse y saludó a su madre con un beso en la mejilla.

— Buenos días, mamá. — le dijo a la mujer que traía puesto un delantal y caminaba con dos tazas en mano.

— Buenos días, corazón ¿dormiste bien?

— Sí, gracias por preguntar. — respondió con una sonrisa. — ¿Dónde está papá?

— Oh, debe haber ido a comprar algo, volverá en unos minutos. — dejó las tazas con café recién hecho sobre la mesa y llamó a su hijo a sentarse.

Jimin tenía tiempo de sobra, siempre despertaba una hora antes de su primera clase, por lo que podía tomar a desayuno con total tranquilidad y luego ir a su universidad.

— Jiminie, casi lo olvido. Hoseok te dejó estas flores. — el pelinaranja al oír eso giró su cabeza tan rápido que su madre temió por su cuello.

— ¿¡Hoseok?! — preguntó sorprendido. Inspeccionando los tulipanes que estaban en una jarra llena de agua.

Eran demasiado bellos.

— Él mismo, ¿no es un amor? Con lo mucho que te gustan los tulipanes. — habló entusiasmada, tomando asiento frente a su hijo.

— N-no lo puedo creer... — ensimismado, se puso de pie para ver más de cerca las flores, inspirando su dulce aroma. — Supongo que tendré que agradecerle luego.

— Podrías invitarlo a comer, se veía buen chico. — concluyó la mujer y Jimin asintió, aún confundido.

¿Por qué Hoseok le había dejado flores?

¿Cómo había adivinado que eran sus favoritas?

No lo entendía, pero estaba feliz al saber que al menos alguien se preocupaba por él.

Volvió a tomar asiento y se dispuso a terminar su café cuando su celular vibró en el bolsillo de su pantalón, haciéndolo brincar.

Dio un último sorbo a la bebida para luego sacar su celular y leer el mensaje que había recibido.

Taemin hyung.
¡Bueeeeeenosssssss díaaaaassss, pequeñín! ¿Listo para conquistar el corazón de tu chico?

Jimin pudo haber escupido el café de haberlo tenido en su boca.

Jiminie.
¡Yoongi hyung no es mi chico!

Tecleó rápidamente la siguiente oración y le dio click a enviar.

Jiminie.
Y buenos días para usted también, hyung.

— Amor, ¿terminaste ya? — su madre habló con la mirada enternecida y tuvo que dejar el celular de lado.

— Parece que hablaras con un niño de 10 años, mamá, no soy un bebé.

— Eres mi bebé, ¿entendido? Nada cambiará eso. — respondió y Jimin solo pudo reír.

No demoró mucho en culminar su desayuno y despedirse de su madre para salir de su casa.

No hacía mucho frío afuera, el ambiente cálido lo hizo sentirse seguro del conjunto que había escogido en la mañana.