Razón para amarlo #9

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— ¿Jimin? ¿Jimin? — una voz se oía lejana, el pequeño pelinaranja se removió entre sus sábanas, dándose la vuelta en su mismo lugar y gruñendo bajito.

¿Por qué alguien estaba molestándolo mientras dormía?

— ¡FUEGOOOOOOOOOOOOO! — la extraña voz gritó y Jimin reaccionó, abriendo sus ojos con desespero y sentándose en su cama.

Todo eso para sentir un líquido ser derramado sobre su cabeza, cayendo lentamente y haciendo que cierre sus ojos al sentirlo sobre su rostro.

¿Seguía soñando? Porque el agua se sentía real.

La estruendosa risa de Taehyung se escuchó y Jimin pasó sus manos sobre su cabello, sintiéndolo empapado al igual que su pijama de conejitos.

— Tienes que verte, Jimin, pareces un chihua... ¡Oye, en la cara no! — empezó a quejarse una vez que el otro chico furioso le propinó unos cuantos almohadazos con la que encontró más cerca a su alcance.

— ¿Quién te dejó entrar? ¿Por qué estás aquí? ¡Mamáaaaa! — se quejó haciendo berrinche y Taehyung se apresuró en poner sus manos sobre los labios de Jimin para hacerlo callar.

Claro que él seguía fastidiado por haber sido despertado de tan lindo sueño así que hizo lo primero que se le vino a la mente para devolverle algo de su propia medicina a Taehyung.

Le mordió los dedos.

— ¡Auch! ¡Duele, Jimin no vuelvas a hacer eso! — Taehyung miraba su mano como si estuviera incendiándose allí mismo, besando sus dedos repetidas veces y haciendo una mueca de asco al sentir la baba de Jimin allí, causando que éste se echara a reír, mojando las sábanas al estar en contacto con su cabellera mojada.

— Eso te pasa por despertarme, yo estaba... — se detuvo y miró a su amigo, asustado. — Tae ¿qué pasó ayer?

El castaño bufó y sin pedirle permiso a Jimin tomó asiento a su lado.

— Tienes memoria de pollo, en serio.

— ¡Claro que no, solo quiero asegurarme de que fue real! — se explicó al mismo tiempo que abultaba sus labios al hablar.

— ¿De que follaste con Yoongi? No, Chim, eso sí fue un sueño. — los colores se subieron a las mejillas del pelinaranja y muy pronto estuvo encima de Taehyung mientras intentaba golpearlo con sus manos.

— ¡Te dije que en la cara no, Jungkook se reirá si me ve así, basta! — intentó defenderse, atrapando en un movimiento los bracitos de Jimin y manteniéndolos alejados de su bello rostro.

¿Narcisismo? ¿Dónde?

— ¡Y-yo no estaba soñando e-eso! — respondió una vez más calmado, retomando su sitio al lado de Taehyung y jugando a contar cuántos conejitos habían en su polo, totalmente avergonzado.

Él había soñado cómo sería su primera cita con Yoongi, sin nada de pensamientos morbosos como aseguraba su amigo.

Lo imaginaba perfecto.

Sería bajo la tenue luz de la luna, alumbrando la cena romántica que tendrían en el techo de su casa al aire libre.

Jimin amaba ese lugar, era el espacio que tenía para disfrutar cuando estaba aburrido y lo único que buscaba era escapar un poco de su realidad, sin contar que las estrellas del firmamento se apreciaban desde allí con total claridad, haciendo la vista aún más hermosa para disfrute de los que estuvieran observando.

Se imaginaba lo que diría cuando Yoongi estuviera frente suyo, podría hacer de lado la comida que tuvieran preparada y se subiría en el regazo del mayor para poder besarlo con mayor comodidad, aferrando sus brazos al cuello del otro y ladeando la cabeza durante el beso para poder disfrutar mejor del mismo.

10 razones para amar a Min Yoongi » Yoonmin [#2].Donde viven las historias. Descúbrelo ahora