Yoongi se percató de la mirada perdida de Jimin y detuvo su paso para observar a donde se dirigía esta.
Se tensó al ver a Rosé afuera de la casa de Jimin, ¿acaso había ido a ver a Jimin?
Él no estaba en la posición como para pedirle explicaciones al pelinaranja, así que se conformó con guardar silencio en lo que Rosé se daba cuenta de su llegada y miraba a Yoongi con corazones en los ojos.
Jimin trató de ignorar el apretujón en su pecho al ver a la chica sonriendo radiante por la presencia del mayor, arreglando su cabello con su mano derecha y revoloteando sus pestañas.
Aminoró el ritmo de sus pasos, temiendo llegar a su hogar, pues cuando lo hiciera tendría que hablar con la chica pelirroja y él no se iba a sentir cómodo charlando con alguien que estaba enamorado de la misma persona que él.
Eso sería tremendamente incómodo y más si es que Yoongi estaba presente, solo complicaría las cosas.
Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Rosé avanzó hacia ellos, una mirada cálida les fue brindada por la chica de ojos rasgados.
Jimin notó eso y no pudo eludir el pensamiento que estaba formulando su cerebro.
Yoongi tenía los ojos así, como un gatito, tal cual lo había escrito en su cuaderno.
8.— Los ojos de Min Yoongi son tan preciosos, como él.
Su mirada puede transmitir tanta placidez, podría quedarme horas observándolo y no cansarme nunca.
Incluso si no me observa de vuelta, hyung. Para mí es suficiente con verlo de lejos.
— ¡Yoongi Oppa! — exclamó risueña, posando su mirada en el mayor y omitiendo la presencia del otro.
— No soy tu oppa, Rosé. — contestó Yoongi siendo frío. Le había molestado que ignorara a Jimin en su saludo, nadie tendría que ignorar a Jimin, nunca.
— L-lo siento tanto, Y-yoongi. — musitó decaída, dejando de ver al mencionado para mirar al pelinaranja, que había enmudecido de repente. — Ah ¡hola, Jimin! — elevó su voz un poco, haciendo que Jimin luciera desconcertado luego de oírla.
¿Cómo es que si antes lo había evadido ahora le esté hablando con exaltación?
— Hola... — dijo suavemente, dedicándole una sonrisa pequeña, apenas curvando sus labios y arrugando su nariz al hacerlo.
Yoongi sintió su corazón explotar de pura ternura ante la imagen.
— ¡Jimin-ssi, en verdad te ves muy bien hoy! — alagó con un guiño y Jimin se sonrojó al instante.
Eran pocas las veces que recibía cumplidos de alguien que no fuese su madre o Taehyung, así que apreciaba los pocos que le dedicaban, como este.
Jimin era un persona tan inocente y pura, él no veía la mirada malintencionada de la chica ni mucho menos sus dobles intenciones. Así como tampoco veía la mirada recelosa de Yoongi al verlo rojo por lo que Rosé había dicho.
— Tú tampoco te ves mal hoy, Rosé. — finalmente devolvió el cumplido y ella asintió distraída, volviendo su atención hacia Yoongi; pues había logrado lo que quería, llamar su atención.
— ¿Qué hacías aquí, de todos modos? Ni siquiera vives cerca. — dijo Yoongi, alzando las cejas al hablar, quería averiguar qué era lo que Rosé estaba tramando con esa actitud tan extraña.
— Y-yo...— tartamudeó nerviosa, sus ojos se iluminaron cuando torpemente mostró la pantalla de su celular. — ¡Jungkookie me mandó a buscar a Jimin, dijo que era algo importante! — señaló la captura de la conversación abierta que tenía con el menor y Yoongi se acercó a ella para inspeccionarlo.
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10 razones para amar a Min Yoongi » Yoonmin [#2].
FanficJimin estaba tan enamorado de Min Yoongi, así que escribió una lista de por qué. ↳ Segunda parte de "10 razones para odiar a Park Jimin". Leer el primer libro es necesario para entender esta historia. ↳ Historia de mi autoría. ↳No se permiten copias...