Anotaciones de una niña pendeja.

Estar enamorado.

Martes, 09 de enero del año 2018.

Usualmente cuando nos enamoramos de una persona, todo de ella nos fascina, nos encanta, nos parece perfecto y digno de contemplar.

Cosas tan sencillas como el sonido de la risa de esa persona especial puede llegar a causar estragos en todo nuestro ser.

Estamos literalmente a merced de la persona de la cual estamos enamorados. Con un solo movimiento de sus labios y una entonación de sus cuerdas vocales, puede emitir una palabra que nos hiera atrozmente, de tal manera que sintamos todo nuestro cuerpo desfallecer y un vacío amargo llenando nuestro pecho.

Pero claro, no todo es malo.

También podemos ver el lado hermoso, el lado por el cual muchas personas se arriesgan a enamorarse.

La felicidad.

Según dicen por ahí, el amor te da una felicidad enorme, imposible de definir con palabras, a tal punto que con solo mirar los ojos de la persona que quieres puestos en ti, brillando con fervor al contemplarte, tu corazón se disparé de emoción dentro de tú pecho y te sientas pleno, maravilloso, como jamás te habías sentido.

Es algo contradictorio. El amor es un sentimiento demasiado contradictorio.

Eres inmensamente feliz, pero también pueden destruirte de la peor manera.

Todo esto está rodando en mi cabeza, es una incógnita bastante peculiar que pide a gritos ser contestada con franqueza.

¿Realmente vale la pena enamorarse?