Anotaciones de una niña pendeja.

Físico no es igual a sentimientos.

Octubre, 17.

Cuando nos atrae una persona principalmente es por su apariencia física, si es atractivo suma mil puntos, nos gusta su cabello, su bonita y perfecta sonrisa, su esbelta figura... Su belleza nos engancha y nos queremos adherir a ellos como garrapatas.

Ahora pongo en cuestión

¿Que sucede cuando una persona nos atrae por sus sentimientos?

Nos atrae su manera de pensar, su manera de mirar, su manera de actuar con los demás, su corazón bondadoso y su risa dulce nos empalaga la vida de una manera hermosa, nos llena, nos hace felices.

Me atrae, y no por su apariencia si no por lo que hay más allá de los estereotipos.

Me atrae su estúpida e irracional manera de ser, tan compulsivo y testarudo, pero tan tierno y dócil a la vez. Me atraen sus ojos cafés oscuros, me hipnotizan con ese pequeño fulgor especial que destella en ellos de vez en cuando, me atrae su manera de caminar relajada y extraña, me atrae como titubea y se traba al hablarme por que esta nervioso, me atrae la capacidad que tiene para retarse y si, superarse. Me atrae su simple y sincera sonrisa, me atrae su pésimo sentido del humor, me atraen sus chistes torpes y sus comentarios sarcásticos fuera de lugar, me atrae su piel morena, me atrae su manera de mirarme y de mirar a los demás..

Me atrae, lo simple lo hace perfecto.

Su corazón es puro, lo siento aquí, dentro de mi pecho cuando mis ojos corren a su encuentro.