Martes, 27 de marzo del 2018.
Me gustaba...
Me gustaba ver su sonrisita llena de inocencia.
Me gustaba ver su cabello claro revoloteando por el aire cuando corría con todas sus fuerzas a darme un abrazo.
Me gustaba oír su parlanchina vocecita por todos los rincones de la casa.
Me gustaba hacerle cosquillas y hacer que su cara se tornara tan roja como un tomate.
Me gustaba ver sus ojitos, sus hermosos ojos grises.
Me gustaba ver sus largas pestañas que como abanicos acariciaban sus párpados.
Me gustaba sentirla conmigo, a mi lado.
Me gustaba sentirla por que para mí, ella era mía.
Y iba a protegerla, sin importar nada.
La protegería de tormentas eléctricas
y bestias enfurecidas.
La protegería de las personas dañinas que quieran romperla.
La protegería de la mierda que hay en el mundo.
Si estuviese en mis manos, la metería en una burbuja de cristal, donde nadie, absolutamente nadie, pueda hacerle daño.
Nunca tendría que llorar ni sufrir al darse cuenta de que el mundo es el campo de batalla más extenso que ha podido existir.
Sería intocable.
Sería siempre la misma niña de cuatro años que alegra mis días.
Sería siempre ese angelito que hace que mi corazón se derrita.
Sería siempre esa pequeña parte de mi alma, sería siempre el ápice más importante de mi existencia.
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Anotaciones de una niña pendeja.
Short StoryEscribiré cuando me sienta asfixiada, así que no se asusten si encuentran notas o frases corta venas. Mi corazón dicta a mi cerebro, que manda la orden a mis manos para teclear en la pantalla así que, mi estado de animo influirá de gran manera en la...
