Jueves 18 de enero del año 2018.
Y ahí estaba yo, sentada en medio de algunas personas. Todas reían, hablaban entre ellas, socializaban de diferentes maneras.
Yo sólo observaba la escena en silencio.
Analizaba cada movimiento, cada sonrisa, cada palabra de cada uno.
Se miraban tan felices, como si nada en la vida importara más que el momento que estaban viviendo.
Se sentían como en casa, abrigados, familiarizados.
Claro, todos eran amigos.
Yo, en cambio. Ni siquiera sabía que hacía ahí en ese momento por que, estaba sola, claramente, ninguno estaba interesado en sentarse a charlar conmigo, cada quien se mantenía demasiado ocupado en lo suyo como para fijarse que esa pequeña acción estaba fragmentando en pequeños pedazos mi corazón.
Y fue entonces que, me levanté y caminé hasta mi casa.
Nadie si quiera volteó su mirada para ver mi silueta cuando me perdía por las calles.
Ahora estoy aquí, acostada en la habitación de mis padres, meditando en ello.
Todo este asunto me recordó a la imagen que dice:
Si me voy, nadie lo notaría.
Mierda, en algunos casos da como martillo al clavo.
Me fui, y nadie lo notó.
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Anotaciones de una niña pendeja.
Historia CortaEscribiré cuando me sienta asfixiada, así que no se asusten si encuentran notas o frases corta venas. Mi corazón dicta a mi cerebro, que manda la orden a mis manos para teclear en la pantalla así que, mi estado de animo influirá de gran manera en la...