Sábado, 03 de febrero del 2018.Y entonces, suspire... Suspire extasiándome en sobremanera, suspire sintiendo millones de sensaciones... Aspiraré su cabello, aspiré su piel, aspiré con determinación y cautela, tratando de descifrar por que aquel aroma tan sutil que manaba de su cuerpo me resultaba tan irresistible, tan tentador. No había manera de describir aquella fragancia, era sumamente peculiar. Era uno de esos aromas que instintivamente te hacen cerrar los ojos y suspirar con todas las fuerzas que tienes, en un intento infructuoso de aspirarlo y si es acaso posible, conservarlo y poder tenerlo exclusivamente para ti. Era un aroma único, un aroma que me tenía aprisionada, un aroma afrodisíaco, exquisito... Un aroma cálido que me hacía sentir acobijada. Y sin duda, sin duda, un aroma que quería oler durante el resto de mis días.
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Anotaciones de una niña pendeja.
NouvellesEscribiré cuando me sienta asfixiada, así que no se asusten si encuentran notas o frases corta venas. Mi corazón dicta a mi cerebro, que manda la orden a mis manos para teclear en la pantalla así que, mi estado de animo influirá de gran manera en la...