XLIII: Sin pruebas.

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CAPÍTULO 43

Agosto 28.

Estaban a punto de ser las once de la noche, la reunión sorpresa de Harry había terminado, se acababan de ir las últimas personas invitadas. Él estaba sumamente feliz de estar al fin en casa, pero seguía sintiendo algo que picaba en su pecho cada vez que veía a Nicholas. Harry se levantó de su asiento y aprovechó que Nicholas se había alejado de su madre, así que se acercó a ella y le tomó de manera suave el brazo.

—Mamá, ¿podemos hablar?

—¿Qué pasa, Harry?

—¿Podemos ir a otro lugar?

—¿Pasa algo? —Le preguntó ella con el rostro fruncido.

—Solamente quiero hablar contigo en privado.

—Vamos a mi oficina.

Harry caminó detrás de su madre hasta aquella habitación. La oficina tenía un ventanal grande detrás del escritorio. Parecía que lo había remodelado recientemente. Harry movió la cortina para cubrir completamente la ventana.

—Harry, estás actuando muy extraño, ¿estás bien?

—Mamá—Dijo él girándose hacia ella—Nicholas fue el culpable del accidente.

Lilian lo miró confundida y sin saber qué decir. No sabía si su hijo estaba delirando o por qué se le había ocurrido decir tal acusación.

—Harry... sé que el hecho de que ahora estemos juntos puede molestarte, pero...

—Mamá, te juro que si no estuviera seguro de que fue él no diría nada y no me molestaría que rearmaras tu vida con él o con alguien más, ¡pero él fue el culpable de que el avión se estrellara!

—Hijo, esas son acusaciones muy fuertes, ¿por qué lo dices?

—Nicholas siempre ha estado enamorado de ti, mamá, ¿no te habías dado cuenta? —Le cuestionó—Desde mucho antes de que ocurriera todo. Él siempre le tuvo envidia a mi papá por ser exitoso y por haberse casado contigo. Después de que se graduaron de la universidad juntos, mi papá fue más exitoso que él en todos los aspectos, porque mi papá sí pudo crear su propia empresa y no ser solamente un socio, porque pudo formar una familia y ser feliz. Nicholas no ha logrado nada de eso, hasta la fecha.

—Sé que puede parecerte así, pero Nicholas es un buen hombre, Harry.

—¡¿Un buen hombre?!

—Estuvo a mi lado cada momento difícil después del accidente y me apoyó en...

—Es obvio, mamá, ese era su plan, quedarse contigo y con la empresa.

—Harry, creo que necesitas relajarte y descansar, porque...

—¿No me vas a creer? —Le preguntó Harry con su corazón latiendo rápido—¡Hizo que tu hijo y tu esposo se estrellaran en un avión! ¿y no me vas a creer?

Lilian tragó en seco y suspiró. Le había tomado un gran cariño a Nicholas y nunca lo había visto como alguien capaz de hacer tal atrocidad. Pero su corazón de madre le decía que debía hacer caso a su hijo.

—Está bien—Dijo Lilian—Pero vamos a comenzar una investigación sin que él lo sepa.

—Mucho mejor—Dijo Harry—A él podeos dejarlo al último, si no va a mover contactos y será más difícil demostrar su culpabilidad.

Marine HavocsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora