19 de Agosto, Seatle, 2012
- Si yo muero, tú tambien, ya deberías saberlo pequeña. No por nada te he tenido encerrada durante 17 años- dijo Hipólito, o como ahora le conocían en pleno siglo XXI "Sr. David Lemire"
- ¡Algún día escapare y me vengaré...
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- Señor, todo está preparado- Neister entro a la biblioteca donde estaba David- ¿Quiere hacerlo usted mismo o nosotros?- David no lo miraba, estab sentado en su silla mirando hacia el ventanal, dandole la espalda.
- Sólo denme este día, para decirle todo.-Por primera vez sus ojos se llenaron de lágrimas por una persona especial. Lo supo desde el primer día, siempre fue ella, esa pequeña bebe de 4 meses que llego a su vida, ahora era toda una señorita risueña y hermosa.
- Esta bien, señor. Ella lo está esperando en su alcoba.- Asintió para luego Neister retirarse, tambien era algo dificil para él, le habia servido a la señorita, la habia visto dado sus primeros pasos, Neister la extrañaría porque tambien le odiaría a él.
- Te amo Rebeka- Siempre lo decía antes de que algo le pudiera dañar. Una lágrima descendio por su mejilla, rozando sus labios y cayendo en la camisa. Luego de limpiar su rostro fue hacia la alcoba de Rebeka.
- ¡David!- grito Rebeka en cuanto lo vio entrar, Salto enroscando sus piernas alrededor de su cintura - ¡Pensé que te había pasado algo! ¡No me dijeron nada!
David con un nudo en la garganta camino con ella acariciando su cabello para luego dejarla suavemente sentada en la cama.
- ¿Qué pasa?
- Necesito hablar contigo y espero que no me odies después de que te diga esto- Rebeka asintio sintiendo como una parte de su alma sentía ansiedad y temor por las siguientes palabras.- Lo siento Rebeka, en verdad lo siento, prometí un día no lastimarte pero todo se salio de mi control, aquel día en que llegaste a mis brazos no fue porque te dejaron en la puerta de la mansión...Yo...yo...yo te secuestre de tu familia.
- ¿Qu-qué dices?- sabia que le hacía daño, siempre se habia culpado a si misma por lo de su familia.
- Ellos nunca te dejaron, yo te quise desde el primer momento y te secuestre. No me interrumpas por favor, quiero hablar todo sin tener que dañarte mucho. Pero recuerda que nunca quise hacerte daño Rebeka.
Las lagrimas empezaron a salir de los ojos de ellos.
- A los 4 meses sabía que ellos no te podian dar todo lo que yo te he dado, con ellos ibas a sufrir mucho más. Luego cuando quise que por fin hablaras con ellos fue demasiado tarde tu ya estabas decidida a que no querias saber nada de tu familia, y lo acepte. Tus años de vida hasta ahora han sido increibles, nunca pense en encontrar a alguien como tú. Eres una señorita buena que no debe pasar por esto. Hace años me viene persiguiendo la INTERPOL y el FBI por las supuestas muertes de los sujetos que aparecen ahorcados en el puento, al parecer todo esta contra mí. Y no te puedo arriesgar a eso pequeña. Por que a ellos los puedo vencer pero tengo enemigos peores que no tienen piedad.
- ¿Tú... los mataste?
- No, no, no. Nunca haria eso. Ellos me quieren matar. Y te tengo que salvar.
- ¿Cómo? ¿Huiremos? Dime yo lo hago!
- Te borraré tu memoria y me odiaras, para que ellos te tomen como arma contra de mí y no como mi debilidad.
- Yo no te odiaría. Nunca.
- Tienes que hacerlo pequeña por mí.- la miro directamente a los ojos mientras que los suyos se convertian en violeta.- Te amo, pero me tienes que olvidar y odiar con todas tus fuerzas Rebeka. Cuidate pequeña.
Cayo profundamente dormida mientras que unos gardias se la llevaban para luego meterla en una calaboso, dode estaría por un tiempo, hasta que se corra la voz de que "Dracula IV" tenia a una victima y que la podian usar facilmente contra él.
En cuanto se cerraron las puertas lloro como nunca antes en sus 460 años no lo habia hecho, su única esperanza la estaba encerrando en un calabozo. Destruyo todas las cosas que tenia en frente, tiro abajo las cortinas, lanzo la lampara a un lado estrellandose en la pared, golpeo el espejo y la pared mil y un vees tratando que su dolor de alma se desvaneciera, pero no funcionaba nada, se dejo caer en la pared y se arrepintio. Pero se iba a vengar, esto era parte del plan. Tenía que funcionar.