Reflejos de deseo

008

"Soís la Bestia de mis sueños"

23 años

Lilieth, antes conocida como Rebeka, luego de salir de su antiguo hogar fue directo a un salón de belleza. Sí, nunca antes conoció un lugar como ese, pero si quería destrozar al gran Sr. de los Vampiros antes lo tenía que impresionar. 

Su cabello antes negro como la oscuridad se lo tiño de un color rubio platinado con ondas permanentes, se puso lentillas miel y por primera vez en su vida utilizo maquillaje para cubrir su piel pálida como el hielo.

Lucía tan diferente que definitivamente David Lemire cuando la vio no la pudo reconocer. ¿Quien era ella? Se preguntó internamente mientras la hacía sentarse frente a él. 

- Bien, Lilieth, ¿Por qué has querido trabajar aquí? No pagamos mucho, sólo damos hogar a cambio de limpieza. ¿Lo sabes, no?

- La verdad señor aún no tengo donde quedarme y oí de este lugar donde te daban un techo, recién e acabado de llegar de Rusia. 

David achinó sus ojos mirandola y dijo:- No tiene acento Ruso. 

¡¿Por qué no pensaste en otro lugar Lilieth?! ¡Me descubrirá! ¡Piensaa rápido tonta! 

- Pues señor, yo soy de New Yersey, pero antes de venir hacía aquí tuve que ir a Rusia por problemas familiares. 

- Entiendo...- en ese momento recibio una llamada- Disculpe, tengo que contestar- Se paro y fue hacia la ventana, donde Lilieth podía escuchar bajito- Habla David... Ya habla rápido... ¡¿Cómo se les pudo perder?! ¡Es su trabajo!... Les pagó por algo... Si no la encuentran preparensé para verselas conmigo...- Corto la llamada.- Tienes el trabajo, puedes retirarte. Busca a Janina, ella te dirá tu nueva habitación.

Se levanto del asiento:- Con permiso.

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La semana se puede decir que se paso realmente rápido, tenía que ponerse un uniforme para limpiar la casa y casi nunca veía a David Lemire. Hoy era domingo y por lo que Lilieth sabía, era su turno de servirle la cena al señor. Sostuvo la bandeja con sus manos y camino hacia el comedor. 

"No dejes que tus recuerdos interfieran con tu misión, recuerda cuantos años te tuvo encerrada" 

Eso se decía desde que llegó a la mansión.

Un vago recuerdo e inexplicable invadio su mente. 

"... — Porfa,  Por mi cumpleaños ¿si?

— Está bien, dejáme pensar una... Esta es una canción antigua que el autor no quiso que saliera a la luz pero te la cantaré.

Lo que más le impresiono del recuerdo eran  los labios de David, los hoyuelos que se le formaban, sus ojos que la miraban, era tan hermoso y dificil de comprender." 

No podía ser él... No se parecia... en nada. El David del recuerdo era bueno, el del presente era malo, siempre fue malo con ella, o eso creía. 

Cuando llegó al comedor empezo a acomodar antes de que el señor llegáse, cuando estba a punto de retirarse, él entró y se sento. 

- ¿Va a quedarse ahí, mirandomé?- Claro que no se iba a quedar mirándo, sólo no sabía ue es lo debería hacer, ¿No se suponía que le debería decir que se retirasé? 

- Se supone que debería decir que me retire,señor. 

- No se sobrepase, señorita- se levanto del asiento y quedaron muy cercanos sus rostros. Eso ojos ya los había visto pero en un tono negro, le sorprendio a David teníia las mismas...apariencias solo que con el cabello rubio y ojos miel. Que igualdad. Se alejo y se volvió a sentar. - Si tanto le gusta verme comer, entonces usted sientese conmigo y coma.