• Perspectiva de Warren •
Ese chico sí que está demente; no pienso aguantarlo ni si quiera por una semana. La idea de desempacar antes de que algo más suceda vino a mi mente. Tomé mi maleta y saqué todo lo que estaba dentro de ella para después ordenar mi ropa en los cajones y closets. En seguida, saqué mis consolas y las conecté rápidamente para que me quedara tiempo para acomodar mis cosas personales como fotos, mi laptop, mis libretas de dibujo y mis demás pertenencias.
Me esmeré sacando un cuadro de la tabla periódica que anhelaba colocar. Colgué algunos de mis posters al rededor y puse mis figuras de acción a un lado del computador. De pronto, una puerta siendo azotada me exaltó terriblemente. Debe ser Nathan.
—Graham. —el rubio me llamó y se detuvo en seco. El olor a tabaco inundó el cuarto repentinamente—. ¡¿Qué le hiciste a la habitación?! —gritó desesperado viendo alrededor.
Oh, aquí vamos de nuevo.
—Solo desempaqué. —me volteé a verlo con cara de pocos amigos—. ¿Hay algo de malo en eso?
—Sí, demasiadas cosas. —miraba a todos lados con repugnancia—. Solo me fui a fumar un puto cigarrillo y convertiste mi cuarto en una pinche sala de juegos. —se dirigió hacia el cuadro que había colgado y lo tiró al suelo sin más.
—¡Oye! —me paré enfadado.
—No... —quitó el póster de Halo que había puesto—. -quiero... —quitó el póster de Skyrim—. -mierdas... —quitó otro de Harry Potter—. -aquí. —estaba por quitar el último póster de Imagine Dragons, pero se detuvo—. Bueno, ese no está mal. —se encogió de hombros y los demás posters los tiró al cesto de la basura.
—Dude, me tardé mucho en pegarlos e imprimirlos. —fui corriendo al cesto e intenté recuperarlos, pero ya estaban todos arrugados.
—No me interesa. —fue hacia su maleta y yo me despedí de mis queridos pósters—. No quiero que mi habitación se vuelva Game Planet solo porque tengo a un perdedor como compañero de cuarto. —sacó su ropa y pertenencias en la cama.
Me quedé callado. No quería cabrearlo y que después empezara a gritarme o algo. Dios, dame paciencia.
—Por cierto, dividí los cajones. —abrí los suyos que estaban vacíos—. Tres para cada quien; mitad y mitad. —le sonreí amablemente.
Se acercó un poco a ver y abrió uno de los míos. Sin pleno aviso sacó mi ropa de este y la tiró en el suelo como casi todas mis cosas.
—Necesito cuatro cajones. —me miró serio y yo solo vi como mis horas de doblar ropa se iban al caño.
—De-e acuerdo. —tartamudeé en la palabra porque me estaba colmando la paciencia.
—Ah, y la computadora... —estaba por encenderla.
—Espera-... —intenté detenerlo, pero ya era demasiado tarde.
El ordenador se encendió mostrando una partida empezada de LOL.
—¿League Of Legends? —me miró con pena ajena.
—Estaba aburrido y me puse a jugar un rato. —cubrí mi cara un poco por vergüenza.
—Ok, ya está. Ya exploté. —presionó sus labios como si estuviera cansado de la vida—. Eres un completo loser; no te soporto. —se tiró en el sillón masajeando sus sienes.
No quería responderle porque sabía que eso causaría una pelea, pero las palabras fluyeron.
—¿Crees que tú eres el compañero perfecto? —levanté la voz y el mayor se sorprendió—. ¡Lo único que has hecho es insultarme, empujarme, romper mis cosas o tirarlas al suelo como si no importaran! —reclamé claramente enfadado.
—Wow. —me miró fingiendo sorpresa—. Tal vez es porque en realidad no "importan". —hizo comillas burlándose.
Esa fue la gota que derramó el vaso.
—Ok... —me acerqué a la cama lentamente con su mirada siguiéndome—. Pues, ¿adivina qué? —le sonreí falsamente.
El chico solo me miró atento sin entender.
—¡A mí tampoco me importan tus cosas! —grité, tiré toda su ropa al suelo y luego la pateé
—¡No jodas! —me gritó más cabreado que nunca levantándose del sillón—. ¡Esa ropa vale más que tu casa! —se tiró al suelo para recogerla en seguida.
—Es lo justo, ¿no? —lo miré retador.
—Hagas lo que hagas no-... —lo interrumpí mientras se levantaba del piso.
—¿Qué es esto? —husmeé por la cama y me encontré con una bolsa llena de un polvo blanco extraño.
Oh, mierda... ¡¿Esto es lo que creo que es?! Del susto la dejé caer y la bolsa se abrió, dejando salir todo el polvo. Era demasiado tarde para arrepentirme de lo que había hecho; ahora tenía a una bestia hambrienta de mi sangre mirándome con odio puro.
—¡Estás muerto! —rugió y se abalanzó sobre mí como un completo maniático.
Choqué contra el suelo sintiendo el peso de su cuerpo sobre el mío y mi corazón iba a mil por hora. Sentí miedo, mucho miedo.
—¡Espera! —grité viendo cómo preparaba su puño para soltarme un golpe y con la otra mano me sujetaba de la camisa levantándola un poco—. Juro que no le diré nada, ¡a nadie! Empezamos con el pie izquierdo.
Soltó una pequeña risa burlona.
—Claro que lo hicimos. —y con eso me soltó el primer golpe.
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La canción de multimedia me inspiró☁️
-k
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You didn't have a clue
FanfictionWarren Graham, el típico chico inteligente, amante de los videojuegos y geek tiene que compartir habitación con su polo completamente opuesto, Nathan Prescott, el típico chico rico, egocéntrico y el más nefasto de todo Blackwell. ¿Qué podría pasar? ...