Perfecta Imperfección

PRIMER ROUND

PRIMER ROUND

—Marcus que tal amigo-Mi amigo y mi hermano estrechan sus manos- hermanito, que gusto encontrarte, precisamente te buscaba cuando me encontré con esta belleza en la empresa—Josh Reedus, mi "perfecto" hermano mayor, hombre serio e independiente que un día se alejó de la seguridad de su familia para aventurarse y conseguir ser dueño de una de las más grandes acereras del país.

—Josh, Jiuliana que bueno verlos. —me tenía jodidamente fastidiado verlo junto a ella.

—Josh me ha extendido una invitación a almorzar que no he podido rechazar—Josh acomoda su silla, ella le regala una sonrisa y yo no puedo dejar de pasar por alto el hecho de que lo ha llamado ¡Josh, Josh...mierda! A mí solo me dice Reedus... ¡y él ya es Josh!

—Norman, no creo que debas delegarle tanto trabajo a Jiuliana, si no llego a su oficina seguro que no almorzaba—lanza una mirada seria hacia mí.

—Claro que comería algo, la cafetería queda a solo unos pisos más abajo de la oficina. Simplemente debía terminar antes con un informe que el señor Reedus me pidió revisar—Cada palabra sale de sus deliciosos labios con gracia, una gracia que por supuesto sé, es más falsa que un reloj chino, ella sigue cabreada por lo del informe.

—La señorita Buccianti, es muy capaz de organizar sus horarios y así no perderse su almuerzo... ¿por cierto corrigió el informe?—mi pregunta de inocente y casual no tiene nada. Su mirada se enfila hacia mí y ahora sé que está lista para usar esa lengua viperina suya.

—A diferencia de otras personas que se tienen que reunir de a tempranas horas de la mañana con su secretaria para resolver "problemas"—curvo mi sonrisa al percibir su sarcasmo—Yo si sé arreglar mis horarios para no tener que hacer ese tipo de...arreglos en mi oficina—sin proponérmelo imágenes de aquel sueño inundan mi mente, eso sumado a su veneno hace que mi cuerpo reaccione.

«Las cosas que yo haría con esa venenosa lengua»

—Bueno supongo que eso quiere decir que el informe está listo—la desafío.

—Lo está—masculla a través de sus perfectos labios.

—¡¡Caray, cualquiera que los viera diría que se odian!!—la atención de los presente se centra en la cantarina voz de mi mejor amigo— ¡¿Qué?!...yo solo digo lo que veo, la verdad es que no sé cómo pueden trabajar juntos, si no se matan es porque es ilegal.

—Eso es estúpido, yo solo pido perfección en mi trabajo.

—Yo pienso igual, solo que su percepción de la perfección dista mucho de la mía.

—Bueno, bueno olvidemos ese asunto y hablemos de cosas más agradables mientras disfrutamos de esta maravilloso vino—Josh apacigua el momento. —Que en realidad esta maravilloso y no como la falsa copia de anoche, ¿no lo crees así Jiuliana?

Por un milisegundo dejo que la sorpresa me coja desprevenido, «anoche, el dijo anoche»  continuo prácticamente engullendo mi almuerzo, espero atento su respuesta.

—Sí, esa era una botella barata de vino tinto—Siento mis dientes crujir por lo tenso que me encuentro, mi puño ejerce tanta presión en el tenedor que temo se rompa.

«Por suerte yo si tuve una excelente noche»

Sus palabras de esta mañana me golpean en el estómago... pasó la noche con él, mi hermano.

...

Buccianti no volvió a dirigirme una sola mirada durante todo el almuerzo y que los diablos me llevaran, pero tenía que saber si se había acostado con mi hermano.