Perfecta Imperfección

¿POR QUÉ?

¿POR QUÉ?

El sol apenas y brillaba a través de las cortinas de la habitación, eche un vistazo a la cama con la sabanas revueltas, en una esquina sobresalía el pie de Norman mientras que su espalda descubierta me invitaba a acariciarla.

«Vete»

Tan solo con ese pensamiento salí de la habitación con zapatos en mano, si era sincera me moría de ganas de regresar a esa cama y hacer un reconocimiento total del cuerpo de ese hombre...al parecer no había tenido suficiente con lo de anoche, aunque lo deseara no regresaría, ya había roto suficientes reglas en estas semanas especialmente anoche, como para romper una más.

Después del sexo nunca me quedo, así de fácil y sencillo, a pesar de haber aceptado exclusividad con Norman no quería pasar por ese momento incomodo de que el despertase y no sabría cómo echarme de su departamento.

—No señor, jamás te permitiría echarme de ningún lado pesadilla mía—las puertas del ascensor se abren cuando termino de ponerme las sandalias.

—Señorita—el portero que estaba de guardia la noche anterior extiende un teléfono hacia mí—Buenos días tiene una llamada—mi ceño se arruga al llevar el teléfono a mi oído.

—Se puede saber porque no estás en mí cama—casi sonrío al escuchar su voz entre enojada y adormilada.

— ¿Por qué no me llamas a mi celular?

—Te estoy hablando ahora y no me has dado una respuesta Jiuliana.

—Norman llama mi celular—cerré la llamada antes de que contestara—gracias. —el portero asintió con media sonrisa.

Haciendo caso omiso de su risa salí en busca de mi auto estaba encendiéndolo cuando el celular sonó, sabía que era él y no le contestaría al menos aún no.

...

—Entonces estas teniendo sexo con un hombre misterioso al cual le otorgaste el privilegio de tu exclusividad—la boba sonrisa de Alina no se borra de su cara. Esta mañana no había visto a Norma por ningún lado según Alina, Marcus y el tenían una reunión con un posible cliente del otro lado de la ciudad.

—Eso mismo.

—El tipo tiene que tener pelotas de oro para haberte convencido de eso.

Mi café por poco sale despedido de mi boca al escucharla.

—Marcus es una mala influencia para ti—sonreímos juntas.

—Probablemente sí, pero anda, no te hagas la loca y cuenta quien es el, ¿acaso lo conozco?—bastante había sido contarle que ahora me veía con un solo hombre.

—No, no lo conoces, es más yo apenas y lo conozco, solo hemos tenido una par de sesiones de sexo y nada más—encojo mis hombros—supongo que no necesitamos conocernos demasiado.

—Ya. —ella asiente no muy convencida.

—Ya, eso es todo lo que vas a decir.

—Oh Jiul por amor a todos los cuerpos sexys del mundo, sabes de sobra que ese tipo tiene que gustarte lo suficiente como para aceptar ese tipo de arreglos, en estos casi dos años que te conozco he visto pasar decenas de hombres por tu vida y en menos de... ¿Qué, dos semanas? Tienes un exclusivo.

De algún modo sus palabras me asustaban ella tenía razón, jamás en este tiempo había tenido más de una noche con un hombre.

—Ese hombre esta como quiero Ali, y créeme cuando te digo que seré capaz de dejarlo cuando me dé la gana. —enarca una ceja incrédula en mío dirección, ella no me cree.