Capítulo 11: Corazón en dos.

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Corazón en dos.

Corazón en dos

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春野サクラ (Haruno Sakura) 




– Sakura – respondió con el mismo tono, una sonrisa se formó en mi rostro e instintivamente salté a abrazarlo. Nos quedamos juntos por unos segundos hasta que él lentamente me separó del abrazo– necesito hablar contigo.

– Yo también, en serio estaba muy preocupada por ti y... – silenció mis palabras colocando un dedo en mis labios.

– Te estuve buscando – susurró, mostré una sonrisa como reacción y sujeté su mano entre las mías.

Aunque no era la situación adecuada él hacía que el momento fuera perfecto.

– Sé que me han estado buscando para encerrarme, desde que me avisaste que posiblemente iba a suceder. Estuve escondido desde ayer y por fin logré encontrarte, todo el día te estuve buscando ¿dónde estabas? – preguntó Sasuke-kun.

– Estuve fuera de Konoha desde que dieron la orden, también iban a retenerme hasta que te encontraran ellos. Sasuke-kun estaba muy preocupada – el impulso nuevamente dominó mi cuerpo, lo abracé como si fuera la última vez– Sasuke-kun tengo que pedirte un favor.

– ¿Qué cosa? – preguntó aún manteniendo el abrazo, sus brazos se sentían tan cálidos y reconfortantes. Tenía miedo de que eso dejara de suceder– necesito que te entregues a Tsunade-sama.

De un momento a otro el aire de la situación se volvió tenso y silencioso, Sasuke-kun me tomó de los brazos y rápidamente me apartó de él con un gesto furioso.

– ¿En serio quieres que yo vuelva a sufrir estando encerrado? – su actitud cambió sin aviso.

– Sasuke-kun, sabes que de todos modos te atraparán. No puedes seguir huyendo.

– ¿Seguir huyendo? – enarcó una ceja mostrándose indignado.

– Sasuke-kun, encontraron piel de serpiente cerca de tu casa... entonces ¿vas a decirme que está pasando contigo? – el rostro de Sasuke-kun cambió de molesto a preocupado, parecía mostrar sorpresa pero ¿por qué? – solo necesito saber una cosa... ¿tú aún quieres irte con Orochimaru?

Hubo un momento de silencio demasiado largo, ambos nos miramos esperando una respuesta o otra pregunta. Entonces ahí fue cuando él decidió hablar...

– Sí – en ese momento sentí que mi corazón se había paralizado, el frío recorrió todo mi cuerpo causándome una sensación desagradable.

– ¿Has estado mintiéndonos? No has cambiado... – un nudo se creó en mi garganta, me sentía engañada traicionada y usada...

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