Riddikulus

Plan

La verdad es que estaba bastante nerviosa por las clases particulares, pero pasados los primeros minutos, volvimos a estar como si nada hubiese pasado. Como estuvimos en el tren.

Volví a mi torre tras aquel magnífico instante en el que sentí su respiración. Probablemente no debería de haberlo estropeado, pero soy bastante nueva en esto y demasiado torpe como para salir impune después de aquello.

Le iba a preguntar al día siguiente qué tal si quedábamos aquel día un poco más tarde, pues quería pasar un rato con Maggie y Oliver.

Pero no vino a darnos clases. En su lugar, apareció el amargado de Snape, pidiéndonos que hiciésemos un trabajo sobre los licántropos de un metro de pergamino, así que no tuve ocasión de preguntarle.

Al medio día me llegó una lechuza durante el almuerzo que decía que se cancelaban las clases durante unos días, por lo que me fijé (como si no lo hubieses hecho antes Tonks) en que faltaba el profesor Lupin.

En su lugar, Snape sonreía satisfecho y yo lo miré enfadada y preocupada. Y si ese estúpido le había hecho algo...

-Tonks- me llamó Maggie- Tonks despierta, tenemos examen la siguiente hora.

Yo sacudí la cabeza y miré a los hermanos confusa.

-¿Examen?- pregunté.

Oliver asintió frunciendo el ceño.

-Sí, de transformaciones.

Yo abrí los ojos sorprendida.

-Estás rara Tonks, ¿es por ese profesor tan guapo que se encuentra ausente?

Yo me volví hacia Maggie y me puse colorada. Oliver se rió.

-¿Creías que no nos daríamos cuenta?, por favor Tonks, no dejas de mirarlo; y llevas ida todo el día, desde que nos dio clases de DCAO Snape- me comentó Oliver.

-Callaos por favor, se podría enterar alguien y...

-Entonces es cierto...te gusta Lupin.

-El profesor Lupin querrás decir- bromeó Oliver. Maggie se rió y yo le golpeé el brazo.

-¿y qué tal vas con él?

-¿Con quién?

-Con quien va a ser...con Lupin tonta.

Yo volví a sonrojarme.

-Pues la verdad es que no sé.

Oliver me miró intensamente y me volvió a sonreír.

-Tranquila, la próxima vez que tengas clases con él te acompañaré a la biblioteca...tengo un plan, te ayudaré.

-¿Qué vas a hacer?

-Nadie puede evitar caer ante mis encantos- me susurró en el oído, yo me reí y le di un golpe. Maggie nos miró y sonrió.

-Tenemos un plan, tu solo actúa con normalidad...

-vale - contesté poco segura.

Los hermanos sonrieron ante mi afirmativa respuesta y juntos nos marchamos al examen de trasformaciones.

Durante los siguientes tres días, el profesor Lupin no apareció; y cuando por fin al quinto día estuvo dándonos clases, fui a preguntarle. Se le veía cansado, triste, derrotado, pálido...

-¿le ocurre algo profesor?- pregunté.

El me miró y sonrió como no había hecho en ningún momento de la clase.

-Esta tarde a las ocho en la biblioteca- fue su única respuesta. Yo asentí y salí de la clase.

Ese mismo día me dieron la nota de transformaciones. Suspenso...genial.

Pasé la tarde dando clases, pues aquel día teníamos pociones, herbología y encantamientos.

A las ocho menos cuarto, Oliver me avisó de que nos fuésemos yendo a la biblioteca, que se nos haría tarde. Nos despedimos de Maggie y nos encaminamos al encuentro del profesor.

Lo vi apoyado contra la pared, mirándonos con los ojos entornados.

Justo cuando casi estábamos a su lado, Oliver se paró, se acercó a mí y me plantó un beso en la mejilla.

-Recuerda el plan, actúa con normalidad- me susurró en la oreja, después me sonrió y se marchó.

Cuando me di la vuelta para encarar a Lupin, parecía molesto, simplemente me hizo un gesto con la mano para que pasase dentro de la biblioteca. Estuvimos en silencio durante un buen rato, leyendo cada uno un libro, escuchando el rasgar de nuestras plumas contra el pergamino y nuestras respiraciones no tan calmadas como deberían, hasta que hizo una pregunta que jamás me habría esperado...

-¿Qué hay entre el señor Junt y tú?