Campanilla nunca me advirtió de ésto, yo no sabia que entrarias en mi cuento de hadas para robarme toda mi purpurina,
Campanilla nunca me advirtió de que crecería, ella no me enseñó que mis vestidos de baile se convertirían en cortas telas estrechas.
Campanilla nunca me advirtió que la única corona que sentiría sobre mi cabeza serian los malos recuerdos de un final que no fue feliz,
Campanilla nunca me advirtió que crecería y no volvería a verla nunca,
Yo pensaba que mi cuento de hadas tendria un gran banquete, un vestido que resaltase en todo el castillo, un baile de salón con todos los príncipes azules que quisiese,pero no, aquel banquete se cambio por tragos de tequila, mis vestidos fueron arrancados profundamente de mi alma para coserme a fuerza el corazón a prueba de malos caballeros, el único baile de salón que hay está en mi cabeza y no es precisamente lo que esperaba, allí siento todas las fuertes pisadas de lo que fue mi infancia y lo que será el principio de la realidad,
Campanilla se marchó sin avisar, ella no quiso quedarse conmigo y ahora solo queda el recuerdo de mi inocencia.
