Poeta De Poca Monta

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Cuentan que ahora eres poeta,
De esos que hacen que te pierdas entre versos,
Cuentan que ya no sacas a nadie a bailar y te pasas las noches en vela,
Cuentan que pasas más tiempo solo que incluso bien  acompañado, que te cansaste de buscar mis labios en otras personas y te perdiste en medio de una confusión.
Tú eres de ese tipo de tipejos que no sabe llorar y sin embargo tus ojos mantienen siempre ese tono vidrioso que esconde lo que bien sabemos.
Cuentan que aparezco en todos tus párrafos más rebuscados y sin embargo no me encuentras,
Cuentan que sangras en tinta negra que sellas en libros que no tengo el valor de leer,
Recuerdo que solías decir que el amor es algo secundario, que no duele si no lo dejas fluir, y sin embargo ahora estás ahogado en poemas que me odian y aman a muerte.
Cuentan que ser un poeta significa tener un alma libre, y tú, sin embargo estás encarcelado en el sabor que te dejé en nuestro último beso.
Cuentan que yo fui la chica que te dejó sin las alas que te impulsaban a volar , que te las robé y que ahora soy yo la que vuela sin remordimientos,
Cuentan que Cupido de vez en cuando se fuma algunos klenchos antes de hacer su trabajo.
Cuentan que soy mala y debería irme al cuerno.
Déjame contarte poeta de poca monta que el alcohol escuece en las heridas y tardan en sanar, bien lo sabe mi corazón que tanta experiencia tiene a tu favor.
Déjame contarte dónde estaba yo cuando me engañabas en otros cabellos y mirabas otros ojos,
Déjame contarte tontito cuantas lágrimas derramé por tal error de flecha.
Déjame contarte que me he quitado las pieles que me acariciabas y he quemado tus regalos de pacotilla.
Déjame contarte que soy libre, sí que he sufrido, sí que he gritado, sí que he pataleado, sí y mucho, te juro que he deambulando por las calles buscando tu cara cientas de veces,  he visto en el cielo tu nombre y he sufrido como una maldita, pero te prometo que no volveré nunca, ya que tu dolor lo has convertido en arte, adelante, sigue con ello, pero solo para dejarlo claro, deberías agradecerme mi parte de la inspiración.
No fui yo quien te cortó las alas, despistado, fuiste tú mismo quien a conciencia cortó pluma por pluma hasta el final de tu vuelo, fuiste tú quien las arrojó al vacío, yo simplemente observaba como lo hacías y decidí largarme a otro lado, a uno en el que no se muera de ganas de correr y pueda escuchar poemas de poetas heridos de bala sin tener que conocerlos,
Adiós poeta desangrado, cuando sanes no volveré a leerte.

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