Que me voy,
No te das cuenta pero ya te dejé marchar,
Me agarras tan fuerte que me haces daño,
Suéltate coño!
Veo el odio en tus ojos, veo el desprecio, veo el interior del cuarto que estoy a punto de cerrar,
Solo necesito que me sueltes de una puta vez,
No me mires con esos ojos,
Esa niña que tanto has podido despreciar,
Esa niña que no entendía que era distinta al resto,
Ahora la miro a los ojos y sufro por no haberle abrazado,
Por tu culpa,
Suéltate coño!
Ojalá darle la mano y decirle que es la mejor princesa del mundo, que no existen los puzles en los que encajar, porque ella nunca ha encajado en ningún lado.
Ojalá haberle dicho que estaba bien estar distraída, que no era un bicho raro.
Y tú ahí sigues,
Eso no significa nada, estás a punto de estallar de rabia, porque eso eres,
Pura rabia, odio, y mierda,
A esa niña tan abierta y expresiva a la que le encantaba reírse y hablar, de cualquier cosa, decir lo primero que se le pasaba por la cabeza,
La has dañado tanto...
Tú y tus estereotipos,
Tú y tus complejos,
Tú y tus mentiras,
Porque le hiciste llegar a creer que para ser querida debía ser perfecta,
Y ella...
ella es la persona más imperfecta del mundo,
De dónde iba ella a sacar tantas tiritas para tapar sus innumerables imperfecciones?
Al final acabaste golpeándole tanto que se convirtió en la persona más insegura del mundo,
Y ese es el problema,
El problema es que tú, el que no se quiere soltar, tienes el rostro de esa niña,
Tienes el rostro de esa niña con los ojos llorosos que ya ha crecido y debo dejar atrás,
Niña que me ha estado agarrando tan fuerte durante tanto tiempo que me ha dejado heridas que todavía estoy reparando,
niña que no tiene la culpa,
niña que ojalá hubiese sabido querer porque esa niña fui yo.
Suéltate ya.