CAPÍTULO VII

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Una semana después.

No es fácil.

Toda esta semana ha sido una montaña rusa de emociones para mí, Azael es el hombre más irresponsable que he conocido.

He tenido que cancelar tres de sus reuniones y no ha asistido a dos juntas de la compañía, al menos no ha tenido actividad sexual dentro de su oficina en estos días y no es que me importa pero si incomoda saber que tu jefe ve su lugar de trabajo como un hotel.

Su amigo Marco ha sido muy amable conmigo y respetuoso, quisiera decir lo mismo de su madre pero se nota a leguas que esa señora me odia, las pocas veces que ha venido a ver a su hijo me deja con el saludo en la boca, lo único que me parece extraño es que aún no me haya despedido, tampoco lo pido a gritos pero no soy tonta para saber que mi presencia le desagrada.

El señor Baker se ha limitado hablar conmigo lo necesario, Martha me comentó en la hora del almuerzo que le pidió subir toda la información que tenía de mí lo cual me pareció normal, ese hombre prácticamente solo supo mi nombre.

Reviso la hora en mi celular 4:15 pm, lo bueno de este horario es que he podido compartir más con Amy y Chloe, me informaron además que ya la incluyeron en los beneficios y eso solo me motivó aún más a seguir adelante, por eso me quedo siempre 15 o 20 minutos más de mi tiempo, quiero que se den cuenta que de verdad estoy dispuesta a dar lo mejor de mí.

Recojo mi abrigo y mi cartera, reviso nuevamente mi celular y hay un mensaje nuevo de la pelirroja que tengo por amiga.

De: Apple 4:16 pm

Disney siempre termina dándome hambre, trae donas de la panadería de Hugo, no pienses que fue Amy que las quiere porque no es así, no me deje manipular, soy responsable de esto #nomefalles.

Sonrío al recordar porque le puse ese apodo a mi mejor amiga, sé perfectamente que Amy es la quiere las donas y Chloe siempre la complace en todo, acabarán conmigo.

Pienso si despedirme de mi jefe o irme tranquila como lo he hecho estos días, desvío la mirada hacia la perfecta puerta de su oficina y sigo mi instinto de ignorar lo que pensé y presionar el botón del elevador e ir a casa.

Una vez que me encamino hacia la salida me despido de Martha y el chico de vigilancia, Chris me dijo que era su nombre. Camino hasta la estación de buses, tengo pensado bajar una cuadra antes para comprar las dichosas donas de mis tormentos, elevo mi vista al cielo nublado y varias gotas caen sobre mi cabello, maldigo para mis adentros, va a llover y según la aplicación que me descargó Chloe el próximo bus llega en 25 minutos, como madre que soy vengo preparada así que busco en mi cartera el paragua que siempre cargo conmigo y lo abro, observo los asientos y todos están llenos así que decido quedarme junto a otras personas a esperar y entonces empieza a caer más fuerte.

Me gusta el sonido de la lluvia y apreciarla pero cuando estoy en mi casa no afuera y toda el agua salpica en mis pies, decido caminar un poco con la intención de devolverme a la empresa y esperar a que cese y entonces escucho mi nombre.

—¡¿Amelie?! —Giro sobre mi eje y entonces lo veo.

Un auto deportivo color negro esta estacionado en la calle, Azael baja el vidrio del asiento de copiloto y me hace un gesto con la mano para que entre.

Si claro.

—¿Qué hace aquí? —La lluvia es cada vez más fuerte y mis pies están hecho un asco.

—¡A veces trabajo de Uber! Sube, cobro barato—Sube sus cejas en un gesto juguetón.

Idiota.

Hurting [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora