Capítulo 20

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AMBERLEIGH

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AMBERLEIGH

AGOSTO, 2007

En la penumbra, las enormes habitaciones vacías que atravesamos en el camino al tejado parecían tan desiertas como escenarios teatrales; el mobiliario, cubierto con telas blancas, se alzaba bajo la tenue luz como icebergs saliendo de la niebla. Cuando Jace abrió la puerta del invernadero, el aroma me golpeó con la suavidad del zarpazo enguantado de un gato: el intenso olor oscuro de la tierra y el aroma más potente y jabonoso de las flores que se abren por la noche la campanilla tropical americana, la reina de la noche, las maravillas- y algunas que no reconoció, como una planta que lucía una flor amarilla en forma de estrella y cuyos pétalos estaban cubiertos de medallones de polen dorado. A través de las paredes de vidrio del recinto pudo ver las luces de Manhattan, brillando como frías joyas

— ¡Oh! —admire—. Esto es hermoso para ser de noche.

Jace sonrió burlón—. Y es sólo para nosotros. Alec e Isabelle odian estar aquí arriba. Sufren alergia.

Gire mi cabeza. Al parecer Jace odiaba estar con gente como un psicópata. Así que pasó la mayor parte de su tiempo solo en este invernadero desde que era niño

No era solo una escena sombría—. Espera, ¿qué clase de flores son estas?

Jace se encogió de hombros y se sentó, con cuidado, junto a un lustroso arbusto verdes, salpicado todo él de capullos firmemente cerrados.

—Ni idea. ¿Crees que prestó atención en la clase de botánica? No voy a ser un archivero. No necesito saber esas cosas.

—Pues deberías, a veces la herbolaría salva vidas—repuse—. ¿Sólo necesitas saber cómo matar?

Alzó los ojos y sonrió. Parecía un ángel rubio de un cuadro de Rembrandt, excepto por aquella boca perversa—. Eso es—de la bolsa, sacó un sándwich y me lo ofreció—. También—añadió—, preparó un sándwich de queso genial. Prueba uno.

Efímero [1] → [TMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora