Capítulo 16

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AMBERLEIGH

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AGOSTO, 2007

La gente que gritaba junto a la puerta resultó ser más vampiros, fácilmente reconocibles por la palidez de su tez y la intensa negrura de sus cabellos. Se quejaban por sus motocicletas estropeadas y el hecho de que algunos de sus amigos estuvieran ausentes y no se les encontrara.

Aitor apareció de un momento a otro, siendo una barrera entre Magnus y nosotros.

—Probablemente estén borrachos y desvanecidos en alguna parte—dijo Magnus, agitando los largos dedos blancos en la multitud aburrida—. Ya saben el modo en que todos ustedes acostumbran a convertirse en murciélagos y en montones de polvo cuando han bebido demasiados bloodys marys.

—Mezclan su vodka con sangre auténtica—me explicó Jace al oído.

Hice una mueca, alejándome de él—. Sí, sí, ya lo entendí, gracias.

—No podemos ir por ahí recogiendo cada montón de polvo del lugar por si acaso resulta que por la mañana es Gregor—dijo una chica con un mohín en la boca y unas cejas pintadas.

—Gregor estará perfectamente. Yo raras veces barro—la tranquilizó Magnus, y no pude evitar bufar por lo bajo—. No me importa enviar a cualquier rezagado de vuelta al hotel mañana... en un coche con cristales pintados de negro, desde luego.

—Pero ¿qué pasa con nuestras motos? —preguntó un muchacho delgado, cuyas raíces aparecían por debajo de su teñido de poca calidad; un pendiente de oro en forma de estaca colgaba de su lóbulo izquierdo—. Nos llevará horas arreglarlas.

—Tienen hasta el amanecer—respondió Magnus que empezaba a perder los nervios—. Sugiero que se pongan en ello—alzó la voz—. ¡Muy bien, SE ACABÓ! ¡La fiesta ha terminado! ¡Todo el mundo fuera!

Agitó las manos derramando una lluvia de purpurina.

Con un único y sonoro tañido, la banda dejó de tocar. Un zumbido de sonoras quejas se alzó entre los asistentes a la fiesta, pero se movieron obedientemente hacia la puerta. Ninguno de ellos se detuvo para dar las gracias a Magnus por la fiesta

Efímero [1] → [TMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora