Capítulo 15

1K 109 72
                                    

EDITADO

EDITADO

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AMBERLEIGH

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AMBERLEIGH

AGOSTO, 2007

— ¿Y lo hizo? —pregunté.

Magnus asintió—. Te he visto cada dos años desde esa primera vez... te he observado crecer. Eres la única criatura que he visto crecer, ya sabes. Junto a la hija de Jocelyn. En mi negocio uno no es generalmente tan bien recibido cerca de niños humanos.

¿Clary tendrá problemas con sus recuerdos? ¿Adriel estaría ayudándola...? Obviamente, Adriel siempre estaba ayudando a los demás, pensé.

—Así que la reconociste cuando entraron—dijo Jace. Aun a mi lado con la mandíbula apretada—. Debes de haberlo hecho.

—Claro que lo hicimos—afirmó Aitor—. Todo fue un sobresalto. Se suponía que no nos conocías. Sólo el hecho de que estuvieras aquí afirmaba que el hechizo y la poción habían empezado a desvanecerse, y de hecho... debíamos de vernos dentro de un mes. Habíamos regresado los tres de un viaje de Tanzania, pero Jocelyn dijo que Clary y ella habían peleado, y tu padre había dicho que habías ido con tu hermano a una tarea especial, Amberleigh.

Mire los ojos relucientes de Magnus, negándome a revelar la verdad—. Tus ojos—susurré sin apartar la mirada—. Yo... te recuerdo. En ocasiones ibas con Madame Dorothea, ¿no es cierto?

—Soy memorable, es cierto—presumió, luego meneó la cabeza hacia Aitor—. No debería de recordarme—dijo con reproche.

—Si me quitan el hechizo—murmure agriamente—. ¿Podré recordar todas las cosas que he olvidado? ¿Todos los recuerdos que me robaron?

—No te los puedo quitar—tanto Aitor como Magnus negaron con la cabeza.

¿Qué? — Jace bramó furioso—. ¿Por qué no? La Clave te exige...

—No me gusta que me digan lo que debo hacer, pequeño cazador de sombras—dijo Magnus.

Me di cuenta de lo mucho que le disgustaba a Jace que se refirieran a él como pequeño, pero antes de que éste pudiera espetar una respuesta, Alec habló. Su voz era suave y meditabunda.

Efímero [1] → [TMI]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora