Capitulo 4

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Al terminar las clases todos se fueron del salón dejando a una azabache ordenando los libros de las clases anteriores y a un peliplateado sentado al fondo del salón observando cada movimiento de esa hermosa azabache que empezó a divagar por sus pensamientos, Kagome volteó a ver detrás de ella al sentir como Inuyasha la desvestia con la mirada.

-Y ¿Bien?

-¿Bien, que?

Observo como él se levantaba del pupitre y se dirigia hacia ella, nuevamente se dispuso colocar los ultimos dos libros en el interior de la mochila de ella. Kagome solo se decia en su subconciente que no se dejaria sentir intimidada por ese hombre, dispuesta a irse sintió como Inuyasha la agarraba del brazo derecho bruscamente acechandola contra el cuerpo de él.

Ese movimiento de parte de él no pudo evitar sentirse nerviosa al estar tan cerca de él, miro hacia arriba y vio que los ojos de él no eran del misml color más bien eran de un color más fuerte como si se tratara de las misma llamás de un incendio puro, Inuyasha la tomó firmemente de la cintura para evitar que escapara.

-Recuerda Kagome, yo no me daré por vencido.

Eso la dejo inmovil al escuchar las palabras de ese peliplateado que la tenia quieta como si se tratara de un perrito siendo regañado por su dueño, intentó alejarse de él pero él fue más rapido, la tomó del metón y la acercó hacia los labios de él.

-Inuyasha, por favor espera.

Logró decir ella antes de que Inuyasha la interrumpiera con un fugoso beso, eso la obligó ha colocar sus manos en el pecho de Inuyasha, pero él solo tomó eso como una iniciativa de no parar.

Kagome se dio por vencida y correspondió al beso del depredador que la tenia inmovil, cuando ella abrio la boca Inuyasha aprovecho ese movimiento y adentro su lengua en el interior de ella, los dos miembros internos danzaban fugosamente, colocó sus brazos alrededor del cuello de él profundizando el beso.

Se separaron mirandose uno al otro, no pudo evitar sentirse tan inferior a él, de repente recordó que Inuyasha es el hijo de uno de los mejor abogados de todo Japón y que pertenecia a una alta sociedad muy importante y que ella solo era una joven comun y corriente que vivia con su familia en el Templo Higurashi, un lugar turistico y sagrado en la cual entra y sale gente ha rezar por familiares, amigos u otras cosas.

Bruscamente y con dolor en su corazón se alejó de él, lo miro con tristeza, Inuyasha solo observó como ella salio llorando del salón con la mochila en mano, eso lo dejó a él con muchas dudas.

Salio detrás de ella dispuesto a seguirla, al salir se encontró con Kikyo en la entrada del salón de clases miro por el hombro izquierdo de Kikyo y pudo ver como su azabache se alejaba más y más de él, Kikyo se abalanzó a los brazos de él a besarlo apasionadamente y el no pudo evitar corresponder ese beso, finalmente los dos se besaban con un tono de volumen alto y no pudo evitar empezar ha acariciar la esbelta figura de ella.

No pudo, no pudo ver como Inuyasha la seguia al notar que se detuvo a besarse con esa tipeja y se acariciaban mutuamente, más lagrimas de dolor bajaron al pensar que hace unos momentos la besaba a ella y después se iba con otra y más con esa mujer que solo piensa quitarle ha Inuyasha la fortuna que alvergaba la familia de él, se fue de ahi solo para ir a casa ha encerrarse en su habitación y que él unico consuelo seria su almohada la que era testigo de todas las lagrimas y sollozos que soltaba todas las noches como una niña dejada en el abandono completó.

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