Bad Boy |KookMin| +18 (Adaptación)

31. Mío

Cuando Jimin salió del vestidor, después de unos cinco minutos mentalizándose y pensando en su abuela materna bañándose o en su profesor de matemáticas cantando una canción e incluso, maldiciéndose por dentro por su falta de control cuando estaba con Kook, pudo notar que estaba Jin hablando con su pelinegro, pero al parecer el mayor no estaba muy entretenido.

-¡Jimin! –Gritó Jin, haciendo un ademán con su mano para que el Mochi se acercara y este lo hizo.

-¿Qué… Qué pasa, Jin? –Preguntó el menor, con sus pensamientos un poco más aclarados por el rostro de indagación que tenía Jin, jamás lo había visto de esa manera.

-¿Qué pasa? –Preguntó irónicamente. –Ja, bueno, lo que pasa es que tú y tu querido gruñón no se pueden controlar ni un momento y no me imagino que hubiera pasado si no hubiera llegado yo para salvarlos de la peor vergüenza de sus vidas, además de ser vetados de la tienda. –Al decir toda la frase, sus ojos se posaban en el Mochi y en el pelinegro, pero el menor se dio cuenta que Kook sólo se mordía los labios y jugaba con una de las prendas que estaban en el mostrador, sin importarle demasiado lo que decía su amigo. –Kook, sabes muy bien que amo esta tienda, puedes… -Jin aclaró la garganta, e hizo que el chico desinteresado lo mirara. -¿Puedes, por lo menos acá, comportarte como un hombre civilizado y no un cavernícola que quiere la carne de ChimChim a cada momento?, ¿Por Favor? –Suplicó más que preguntó, pero llegando esas palabras directo a las mejillas del castaño, sintiéndolas más rojas que nunca.

-No es mi culpa que se pierda, solo… -Dijo en una voz ronca y casi… Excitada.

-Lo sé. –Le dio la razón el mayor. –Lo sé, es un irresponsable y todo lo que me dijiste, pero Kook... –Le pidió de nuevo. –Por favor, no hagas escenas bochornosas en este lugar, es el único en el que te pido esto, por favor. – Imploró el mayor, haciendo que Jimin sintiera un remordimiento por dentro, no queriendo que Jin jamás se sintiera de esa forma. Ese joven era demasiado para Jimin, era una muy buena persona, por lo menos, con el Mochi, Jin era el mejor de todos, siempre consintiéndolo.

-Jin hyung... –Dijo Jimin, diciéndole por primera vez de esa forma, tan… Formal, ya que ahora mismo, se sentía demasiado avergonzado por ser tan poco empático. –Jamás volveré a hacer algo así, te lo prometo. –Le habló con una sonrisa.

-Jimin bebé... –Le miró Jin. –No eres tú el problema, mi amor. –A ese apodo, solo escuchó a Kook resoplar. –Es este animal que no puede controlar sus hormonas a penas te ve, Mochi.

-¡¿Qué?! –Gritó el pelinegro, con una leve entretención en sus ojos. –Yo siempre tengo la culpa, nunca es Jimin. –Se quejó, haciendo que el castaño se sorprendiera un poco al ver esa imagen juguetona de Jung Kook que no había mucha gente en el mundo capaz de ver y esa era una lástima, ya que el chico malo, era uno de los más hermosos al sonreír.

-¡Jung Kook! –Le gritó de vuelta. –Eres tú el que retuerce la cabezota del pobre ChimChim, el antes era un angelito, ahora es menos angelito, pero siempre será sacado del cielo. –Habló en forma maternal, con un castaño totalmente rojo por la palabras.

-Jin, no tienes ni la menor idea la mente de alcantarilla que tiene tu angelito. –Ironizó el pelinegro con humor, pero aun así, no dejando de ver esa bella sonrisa.

-Ji… Jin. –Le habló Jimin, a lo cual los dos jóvenes miraron de inmediato apenas abrió la boca. –Discúlpame por haberte hecho pasar esta vergüenza, nunca más, lo prometo. –Le dijo, tratando de sacar su remordimiento de adentro y esa molestia que sabía que Jin sentía.

-No te preocupes Jimin bebé... –Le habló con cariño, acercándose al castaño y palpando su mano en ese desordenado cabello. –Tu no tienes la culpa de que un tonto y gruñón conejo te esté persiguiendo.