37. Reencuentro

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“Como quieras” Esas eran las últimas palabras que le había dicho Jung Kook, y palabras que no podía quitar de su mente el pobre Mochi. “Como quieras...” Después de todo, Kook siempre le había dejado en claro a Jimin que no quería nada con él, pero nunca pensó que sería tan cruel como para ni siquiera importarle un poco los sentimientos del castaño. Esos ojos oscuros mirándolos sin ningún brillo, esa mandíbula tensa y esos puños cerrados, además de ese cabello rubio que hacia juego con su oscura personalidad… Jung Kook definitivamente nunca le tuvo un mínimo aprecio a ChimChim. Y eso era para partirle el corazón al castaño.


Ya estando en su departamento, con solo la luz del atardecer alumbrando su habitación, Jimin estaba acostado en su cama, mirando el techo con ojos perdidos y con su corazón hecho trizas, sus lágrimas estaban secas en sus hinchados ojos, y no paraba de tener hipos por sus anteriores sollozos. Había llorado desde el momento que vio a Jung Kook y terminó lo que sea que tenían. Después de eso, su día fue para abajo en un cerrar de ojos.

Su madre no llegaría ese día por temas de trabajo, y Jimin se sentía más solo que nunca. El pensar que tenía que estar con sus pensamientos y sentimientos toda la noche en su mente, lo hacía estremecer por el simple hecho de que sabía que no iba a poder dormir. Era como esos días cuando era más pequeño y el menor no podía parar de llorar por la muerte de su padre, pero esas veces, siempre se iba con ese chico de ojos castaños y tiernos, que le hacía acelerar el corazón con esa dulce voz que le cantaba cada vez que lo veía llorar, cuando lo abrazaba, su mundo paraba un momento de girar y se quedaba tranquilo al lado de ese joven, que ahora era el universitario que tuvo que rechazar por un chico malo. ¿Pero qué es lo que le pasaba a Jimin?

De seguro que si hablaba con Kyung Soo, el le diría de inmediato que fuera con Yoongi, que le diera una segunda oportunidad, que olvidara a Jung Kook, que hiciera valer su cuerpo, tanto como sus sentimientos, que no se dejara llevar por la lujuria de ese chico malo y que si se dejara llevar por la perfección del universitario. Pero Jimin sabía que no podía hacer eso, y no era tanto por la lujuria que sentía por Kook, si no que era por el amor que sentía por ese rubio hombre, ese que después de todas esas veces que le había dicho que no correspondería sus sentimientos, le había asentido al momento que el castaño le preguntó si le gustaba, ese joven que le daba besos en su cuello y lo dejaba sin respiración cada vez que lo miraba, ese joven que lo abrazaba por detrás, se reía por lo bajo, dándole cosquilleos en la espina dorsal del castaño, ese joven que con solo un beso le daba vueltas incontrolables al mundo del pequeño Mochi. Ese joven que tanto amaba, y que no lo podía quitar de su mente ni de su acelerado corazón.

-Jung Kook... –Susurró ese nombre que lo hacía estremecerse cada vez que lo tenía en presencia.

Al día siguiente, Jimin se despertó con un golpeteo fuerte en su departamento. No había ido a su escuela ya que había pescado un resfriado, no era una buena idea dormir con la ventana abierta con el invierno prominente.

Al mirar por el orificio de su puerta, notó que era Jin. El menor se mordió el labio en nerviosismo, después de todo, Jimin había terminado con su mejor amigo y no sabía que le diría este. Lo único que no quería, era tener más esperanzas falsas.

-Jimin... –Habló el joven del otro lado de la puerta. El castaño puso rápidamente su espalda en la pared y trato de calmarse un poco. Tratando de no hacer ruido. –Sé que estas ahí, no fuiste a la escuela, y Jung Kook tampoco. Y no estás allá…. Jimin, por favor abre, tengo que hablar contigo. –El corazón del menor estaba acelerado al escuchar ese nombre que lo hacía alucinar. Pero con todas sus fuerzas, se puso derecho y miró nuevamente hacia donde estaba la puerta. Lentamente la abrió  y dejó pasar al joven.

Bad Boy |KookMin| +18 (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora