Bad Boy |KookMin| +18 (Adaptación)

16. Sehunnie

Después de terminar las clases, Sehun y Jimin se fueron rápidamente al centro comercial más cerca, recorriendo cada tienda que existía. Hasta llegar a una en la que vendían accesorios e instrumentos para acampar.

-Jimin, mira. –Apuntó Sehun a una carpa de color azul que estaba ya armada en una esquina de la tienda, dándola de ejemplo. -¿Te gusta esa? –Preguntó con su perfecta sonrisa.

-Bueno… Déjame revisar. –Cuando el castaño se acercó lentamente a la carpa, revisó el precio que estaba pegado en el suelo, al frente de la pequeña entrada azulada.

Al darse cuenta del elevado precio, Jimin negó con la cabeza y siguió revisando, carpa por carpa, toldo por toldo, sin darse por vencido de encontrar una con el precio normal o por lo menos, algo en lo que él pudiera contribuir al menos la mitad. Al pasar por toda la tienda, que era bastante grande por lo demás, Sehun miró a Jimin e hizo que este también lo observara.

-¿Qué ocurre? –Preguntó preocupado, creándose pequeñas arrugas en su frente por sus cejas alzadas con ansiedad.

-Sehun es que… Es que… -El castaño lo miraba incierto, ya que no sabía si decirle la verdad o no, le daba vergüenza pensar que su amigo iba a pagar todo y él, no iba a hacer nada al respecto. No, eso sí que no le gustaba, ser un “mantenido”, jamás. –Todo acá es demasiado caro y yo no puedo costear ni la primera parte de la mitad del precio…

-Pero… -Interrumpió Sehun.

-No, escúchame a mi primero… No me gusta que la gente sienta lástima por mí, ni menos que me mantenga y no quiero por ningún motivo que tú seas así conmigo. No necesito ayuda monetaria, pero debo admitir que se necesita dinero para poder sobrevivir, y yo lo tengo, sólo que no tengo con demasía para así darme gustos como los que tú te das, pero no por eso tú debes darme regalos a mí. No quiero que te preocupes por mí. –Terminó el castaño, mirando fijamente al chico más alto, con esos ojos de chocolate que hacían derretir al cristiano. Los ojos de perrito abandonado, esa dulce mirada que hacía derretir a muchas personas, incluido al mismo Sehun.

-Jimin, yo… No sabía que te sentías de ese modo. –Comenzó el muchacho con la voz baja. –Pero aun así, no me puedes prohibir el darte regalos. –Dijo esbozando una sonrisa. –Se que te sientes mal y que piensas que me das lástima, pero en realidad, así no son las cosas. –Siguió con una mano en el hombro del castaño. -La verdad es que me caes muy bien, me gusta mucho el hecho de que seas de una familia trabajadora y que aun así, estás en un lugar tan insano como esta escuela y lo mejor aún, es que a pesar de todo lo que te han hecho los chicos de aquí, tú sigues en pie y cada vez más fuerte que nunca. –Al terminar, Jimin sólo pudo sonreír a lo que decía su nuevo amigo. –Además, eres el Mochi más lindo del mundo y me encanta mimarte. –Acabó Sehun con una risita de niña, a lo que Jimin sólo pudo sonreír más y el mismo comenzó a reír.

-Pero…

-Pero nada ChimChim, si yo quiero regalarte algo es de mi parte, tú no tienes porque sentirte culpable. Además que el dinero para mí no es la gran cosa, si no las grandes acciones que haces para los otros, eso es lo que te hace respetable. –Jimin rodó sus ojos por pensar lo tan religioso que era su amigo pero no le importó demasiado, el simple hecho de aclarar las cosas, le hacía sentir un peso menos, no le gustaba ser una carga, pero ahora que Sehun le había explicado todo y con un “mejor”  argumento, el castaño quedó conforme y dejó que este hiciera lo que él quería, como… Comprar la carpa más costosa de la tienda.

-¿Por qué tiene que ser la más costosa, Sehun? –Preguntó Jimin con un berrinche en la caja registradora.

-Por qué yo quiero dormir bien, además que soy bastante alto y no quiero dormir con las piernas encogidas, tal vez a ti no te importe pero a mi si. –Respondió este con la lengua afuera.