Bad Boy |KookMin| +18 (Adaptación)

43. Amour, Amour

La mañana estaba fría, el aguacero había dejado de bajar por las ventanas pero aún así las gotas de lluvia permanecían allí. Aunque a Jimin no le importaba nada más que el cuerpo que tenía debajo de él. Ahí estaba el rubio, con ojos cerrados y una mandíbula totalmente relajada, el castaño lo veía con su cabeza incrustada en el pecho de su amante. Notaba con aprecio y devoción como la respiración de Jung Kook subía y bajaba, en un ritmo lento y suave, mientras que su piel de porcelana brillaba con la luz blanca que traspasaba los ventanales. Aun había nubes por todos lados pero dentro de esa habitación, no cabía ni un viento frío, todo era cálido, todo era perfecto.

-Te amo... -Susurró el castaño, no pudiendo controlar su sonrisa al decirlo. Estaba completamente enamorado, si Jung Kook le decía que se lanzara de un quinto piso, lo haría, no cabía duda para eso.

Pasando sus dedos suavemente por la tersa piel del rubio, vio que los músculos de sus abdominales se estrecharon un poco por el delicado tacto del castaño.

-Me da cosquillas. -Murmuró el más alto con una voz completamente ronca y carraspeada. Jimin miró hacia arriba y se topó con el perfecto rostro de su amante, que aun tenía los ojos cerrados. No pudiendo resistirse más, le dio un beso a esa fuerte y marcada mandíbula. Vio que Kook sonrió.

-Despierta. -Le dijo el castaño con un puchero, quería ver esos ojos oscuros solo para él. El rubio suspiró cansado y abrió sus ojos lentamente, acomodándose a la luz de su blanca habitación.

-Lo único que veo es a un Mochi... -Y antes de poder decir algo, Jimin se acercó a él rápidamente y en un tierno y delicado beso lo calló. Kook pasó su mano por los cabellos del infantil castaño y lo acercó más, empezando a llevar el beso a algo más apasionado y caliente. Sus lenguas empezaron a jugar y a los dos les recorrió un cosquilleo cuando sus erecciones matutinas se rozaron gracias a que Jimin se puso encima del rubio. -¿Te duele algo? -Le preguntó, mientras tomaban aire de su acalorado beso. El castaño negó con la cabeza y en una sonrisa besó fugazmente a su amante. El rubio sonrió por igual y pasó sus brazos por el cuello del más bajo, no dejándole escapatoria más que sólo besos apasionados.

La cosas se estaban calentando más de lo que Jung Kook quisiera en una mañana, pero se dio cuenta que este no era el sexo matutino que siempre se negaba con sus parejas de cama, si no que era hacer el amor con su chico favorito, sin importar la hora, el lugar, ni el cómo.

Jimin comenzó a bajar por el cuello del rubio y comenzó a morderle su pezón. Escapándose un gemido necesitado del más alto.

-Te odio porque descubriste eso. -Murmuró entre dientes, no pudiendo controlar sus espasmos cada vez que el castaño le mordía ese lugar. La lengua del Mochi jugaba con un pezón, mientras que su mano iba explorando el tonificado cuerpo de su amante, llegando a su erecto pene, tomándolo entre sus dedos y empezando a excitarlo, escuchando con una satisfacción esos exquisitos gemidos de suplica de Kook.

-¡AHH! Jimin... -Gimió, mordiéndose el labio fuerte para no parecer tan frustrado por la situación y el castaño seguía masturbando la necesitada erección del más alto. -Uff... ¡JIM...! -No podía terminar la frase, ya que su cuerpo temblaba en la anticipación de su orgasmo. Y antes de irse, Kook detuvo rápidamente la mano de su amante. El castaño lo miró casi con preocupación de haber hecho algo mal. -Te quiero dentro de mí. -Susurró el rubio, no notando como las pupilas del otro se agrandaban por el deseo que le recorrió el cuerpo a causa de esa corta frase.

-¿Es... Estás seguro? -Tartamudeo, no sabiendo si era por la lujuria que se estaba acrecentando cada vez más en su organismo o era por el nerviosismo de saber que Jeon Jung Kook quería ser domado por el castaño. El rubio asintió lentamente y tomó el lubricante que antes habían utilizado en la noche.