Una vez habían bajado de la limusina, el botones del hotel les condujo al restaurante. Todos lucían espectaculares con esa ropa. La gente de sus alrededores no podía quitarles un ojo de encima. Los jóvenes se sentaron en sus respectivos sitios y miraron la carta para saber lo que les apetecía cenar esa noche. Había tantas cosas para escoger que era realmente complicado decidirse por una.
Una vez que ya todos sabían lo que querían llamaron al metre. Cada uno pidió cosas distintas y que realmente parecían exquisitas. Mientras esperaban a que les sirvieran se pusieron a hablar de lo afortunados que habían sido de encontrarse y formar este buen grupo de amigos. Entre ellos se respetaban, no se juzgaban, se apoyaban y lo más importante es que no existían secretos entre ellos. Lo mejor era que eran tres parejas de enamorados en aquella mesa. Todos se sentían muy felices y des de luego estaban muy radiantes esa noche.
La cena les pareció excelente. Ya estaban a punto de ser las doce y ser Navidad así que prepararon el champagne. Benjamín relleno todas las copas de sus amigos. La de Alena menos que la de todos ya que a la jovenzuela no le gustaba demasiado ese brebaje. Cuando todos tuvieron sus copas rellenadas, tocaron las doce. Se pusieron de pie y brindaron por la llegada de la Navidad.
Una vez que las familias y amigos que había reunidos en el restaurante acabaron de desearse una feliz Navidad, empezó a sonar la música cada vez más fuerte. La cosa se fue animando así que como alma de la fiesta que es Serena, se puso de pie invitando a bailar a todos sus colegas. Al comenzar, hicieron una redonda entre las tres parejas y se pusieron a bailar entre todos. Realmente estaba siendo una noche loca y lo estaban disfrutando al máximo. Entre ellos ya se empezaba a comentar donde irían para fin de año y todo. Por ahora las cosas estaban yendo genial pero que es una fiesta sin sus locuras?
Por la puerta aparecieron dos caras conocidas por algunos del grupo. Esas dos personas no eran una buena señal. Una de ellas la conocemos todos. Era Alan. La cuestión era que hacía allí acompañado por esa chica que no era ni nada más ni nada menos que la peor enemiga de Serena y porqué se dirigía a Alena. Alena empezó a ponerse tensa y Benja estaba temblando de lo nervioso que estaba. Cuando Alan llegó lo primero que hizo fue apartar a Alena del grupo para tener una conversación privada entre ellos. Por lo visto Benja se pudo contener de no darle un puñetazo al que parecía ser su amigo. Al mismo tiempo que Alena se marchaba con Alan apareció la enemiga de Serena. Era la más odiada de Pinamar. Su nombre era Agata. Serena se empezó a poner de mala leche cuando llegó para presumir delante de sus amigos. Agata competía con ella des de que eran unas mocosas y más ahora que ella también tenía su propia marca de ropa. Las chicas estuvieron discutiendo un buen rato mientras que todos se las quedaban mirando.
Por otro lado Alan le decía a Alena que no había podido olvidar ese abrazo y que quería que hubiera algo más entre ellos. Sin embargo, Alena tenía muy claro que quería a Benja y que nada les podría separar. A parte de que lo quería, Alena sabía que Alan era un guaperas y una no muy buena persona. Alena no quería confundirse pero es que todos los cumplidos que ese hombre podía soltarle en tan poco rato eran alucinantes. Alena se empezaba a sentir alagada por el. Señal de que le empezaba a atraer o eran tan solo trucos de Alan? Cuando el joven sintió que hubo completado su misión, le dio un beso en la mejilla a Alena y se marchó por donde había entrado. Todo eso a ojos de Benjamín que les contemplada abatido des de un rincón.
En cuanto Agata vio que su acompañante se piraba de la fiesta, terminó la discusión con Serena y se despidió con estilo, es decir sin decir adiós a nadie. Serena pidió disculpas por lo sucedido a sus compañeros y siguió bailando. En ese momento se les unió a bailar Alena también. Cuando ya estaban cansados y tenían la intención de irse, anunciaron que ese era el último baile. Era un vals, así que las tres parejas se separaron de la redonda y empezaron a bailar separadas.
Benja quería mirar a Alena a los ojos pero por ciertos motivos no podía. Él se sentía traicionado por cierta parte pero no quería estropearlo ahora con una charla. Así que lo único que hicieron fue bailar mirando a otra parte y sin cruzar palabra alguna. Serena y Nico estaban bailando muy apasionadamente y hablaban de los sucedido con Agata. Zoe y Mateo eran los únicos que estaban realmente disfrutando de esa velada, por lo visto no tenían ningún tipo de problema. Una vez el vals hubo acabado todos se dirigieron a la mesa y se pusieron sus abrigos. Cómo los jóvenes habían dejado sus coches en casa de Serena no les quedaba otra opción que quedarse a dormir en su casa.
Al bajar de la limusina, Serena repartió habitaciones para todos. Zoe y Mateo se quedarían con una habitación de matrimonio. Alena y Benja también tendrían una habitación de matrimonio pero Benja decidió dormir en el sofá cama del salón cosa que entristeció a Alena. Serena al verlo le preguntó a Alena que si quería hablar a lo que ella le respondió que mañana sería otro día. Así que una vez cada uno tubo asignado un lugar dónde dormir, se apagaron las luces y restó el silencio.
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El gran cambio de Alena
RomanceEsta historia narra la vida de Alena, una muchacha con muchísimas ganas de vivir, enfrentarse a todo lo que la rodea y sobretodo luchar por sus sueños. Como muchos estaréis preguntando, el sueño de Alena es convertirse en una diseñadora de interiore...