Ya era de día en Pinamar. No era un día cualquiera sino que además era Navidad. Para unos uno de los mejores días del año y para otros un día más.
En esa mañana de Navidad, Alena se había despertado junto a Serena que había venido muy temprano a hacerle compañía. Las dos habían estado buscando alguna solución frente a lo ocurrido con Benja. De momento sólo habían pensado en pedirle perdón y explicarle que todo había sido un mal entendido. Alena realmente quería a Benjamín pero era cierto que los trucos de Alan siempre la enloquecían. Serena pensaba que había una parte de su hermana que tenía interés en Alan pero no se lo quiso mencionar.
En el sofá se encontraba Benja al cual le acababan de despertar los destellos de sol que entraban por la ventana. Se sentía cansado y abatido por lo sucedido ayer. Él no quería dejar a Alena, pero tampoco quería que se fuera de rositas. Así que el joven tenía en mente pasar un poco de ella y irse poniendo cariñoso durante el transcurso del día.
Nico estaba haciendo el desayuno para todos junto a Mateo y Zoe. Al ver que su novia Serena no se encontraba junto a él en su habitación, se había levantado y había ido a despertarlos. Los tres estaban preparando boles de cereales y café. Ya les faltaba poco para tenerlo todo listo, así que una vez acabasen llamarían al resto del grupo.
Serena y Alena ya se habían levantado de la cama y se dirgían al salón. Una vez llegaron, Serena se encaminó hacía la cocina para dejar a Alena y Benja solos. Alena le deseo una feliz Navidad a Benja y también que lo sentía mucho por lo ocurrido ayer. Benja le dijo que aceptaba sus disculpas pero que necesitaba saber realmente lo que sentía por él y si había un lado de ella que deseaba a Alan. Una vez dicho esto, los dos quedaron con que lo hablarían al llegar al piso.
Cuando el almuerzo estuvo listo, todos se sentaron a tomarlo en la mesa situada en la terraza. Serena les contó que ayer lucieron tan bien sus vestidos que está mañana salían en montones de portadas de revistas de moda. También añadió que esa tal Agata salía en la revista pero no por sus diseños sino por montar el espectáculo de la noche en el restaurante. Cuando mencionó eso a todos se les escapó una carcajada. Cuando todos ya se estaban acabando su desayuno, Zoe propuso ir de compras a Alto Palermo y quedarse a allí a comer. La idea no les pareció mal así que una vez tuvieron recogida la mesa, se cambiaron de ropa y se peinaron.
Después de un rato de espera a las chicas, por fin ya estaban listas! Se dirigieron a Alto Palermo en su limusina. No pudieron evitar abrir una botella de champagne y tomársela mientras llegaban. Parece ser que estaba siendo un inicio de Navidad bastante bueno para todos y cada uno de ellos.
Al llegar al centro comercial, las chicas se separaron de los chicos y empezaron a dar una vuelta para ver si encontraban algo de ropa. Daba la casualidad de que iban con la misma ropa del día anterior así que esa era una buena excusa para comprarse algún modelito y llevárselo puesto.
Las chicas entraron a la primera tienda que vieron y empezaron a coger ropa para llevársela a los provadores. Una vez en los provadores, les costó escoger lo que llevarse puesto pero finalmente eligieron lo que más les favorecía. Los chicos entraron en la tienda Lacoste, escogieron lo primero que pillaron, se lo provaron y se lo llevaron puesto.
Cuando ya todos tenían un conjunto nuevo siguieron paseando un rato hasta que se les hizo la hora de comer. Serena le envió un mensaje a Nico para quedar delante del Mc Donalds, que era dónde querían comer. Una vez llegaron los chicos, entraron todos juntos y pidieron su comida. Estuvieron charlando de diferentes cosas. Todo iba genial hasta que Agata pasó por al lado de Serena y le tiró su helado a la cabeza diciendo que había sido un accidente. Serena se levantó de su silla y no pudo evitar tirarle su fanta a la cara. En ese momento la cosa se puso tensa. Agata se rebotó y le tiró otra cosa distinta. En aquellos instantes Agata no sabía lo que se le venía encima. Todo el grupo de Serena empezó una guerra de comida. No podían parar de tirarse comida y refrescos. La cosa cada vez iba a peor. Sus modelitos estaban quedando realmente pringosos. Pero cuando ya era suficiente, una encargada de Mc Donalds les llamó la atención y les expulso inmediatamente.
A la salida las dos chicas se pronunciaron las palabras te odio y cada una se fue por su camino diciendo que esto no acababa aquí. Todos se sentían muy sucios después de lo ocurrido. Por suerte una chica de un spa cercano había visto todo lo ocurrido así que les invitó a un día de relax en su centro.
Por un momento la Navidad se les había ido de las manos pero, será verdad que los buenos siempre triunfan? Sino lo creéis, cómo explicáis el día gratis en el spa?
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El gran cambio de Alena
RomanceEsta historia narra la vida de Alena, una muchacha con muchísimas ganas de vivir, enfrentarse a todo lo que la rodea y sobretodo luchar por sus sueños. Como muchos estaréis preguntando, el sueño de Alena es convertirse en una diseñadora de interiore...