El gran cambio de Alena

Capítulo 16

La mañana siguiente se presentaba mucho más tranquila que la anterior por lo que a las hermanas respecta. Las dos tenían los pensamientos más claros gracias a las explicaciones de sus tíos, aunque todavía quedaban algunos cabos por atar.

En casa de Serena, se encontraban todos acabando de desayunar. Mientras que en la habitación de Alena y Benjamín todavía tenían las sábanas pegadas. Y en el mismo piso pero en distinta habitación se encontraban Zoe y Mateo listos para ir a pasar el fin de semana a un hotel, por invitación del padre del joven.

En aquellos instantes en la habitación de Alena sonaba el teléfono. Los dos jóvenes se sorprendieron al principio al ver la hora que era y lo mucho que habían dormido. Alena contestó y era Serena que les invitaba a comer. Y como, no la respuesta de Alena fue un sí rotundo. Una vez que la pareja hubo tomado un café y un par de tostaditas, se dirgeron a casa de Serena y Nico. Al parecer esa mañana el tiempo se les había echado encima y fueron directamente acabados de almorzar a lo que vendría siendo una comida.

En casa de Serena cada uno se encargaba de algo. Nico y el tío de Serena estaban preparando el fuego para la barbacoa mientras que las chicas se encargaban de preparar los entrantes de la comida. En ese mismo instante picaron al timbre. Des de el jardín Nico pudo ver a Alena y Benja así que fue personalmente a abrirles la puerta. Nico pudo ver que a Alena se la veía más relajada pero en cambio se giró y vio a Serena con esa cara que hacía ella cuando algo no andaba bien. Invitó a entrar a la pareja y les indicó el sofá para que se sentasen cosa que a la joven pareja no les debió de parecer bien ya que se pusieron directamente a ayudar a la familia a poner la mesa.

Una vez los entrantes y la carne estuvieron listos se sentaron alrededor de la mesa y empezaron a comer. De momento había una conversación bastante fluida entres todos, pero todavía no se había tocado el tema de las hermanas y sus padres. Pero una vez acabaron de comer Serena fue la primera en querer averiguar el paradero actual de su madre. Merche fijó la mirada en las muchachas y empezó a contarles aquello que tanto ansiaban saber. Empezó por explicarles que su madre cómo bien saben quiso dedicarse a su carrera, pero eso no era todo ya que la madre de las jóvenes era enfermera sin fronteras en África. Las chicas se quedaron fascinadas ya que pensaron que algún día podrían llegar a juntarse con ella. Merche contó que aun la distancia existente todavía seguían manteniendo contacto, aunque muy poco por la poca señal del continente. Héctor aprovechó para añadir que en cambio su padre era un rico empresario en Nueva York y que al enterarse de su nacimiento quiso desaparecer del mapa olvidándose de todo. En aquel instante Serena dejó muy en claro que no tenía ninguna intención de querer hallar a un hombre que abandonó a sus hijas, no era merecedor de la palabra padre. Por otro lado a Alena no le parecía tan mal el hecho de querer encontrar a su padre y ver si ha cambiado. De todo modos las gemelas ya tenían un objetivo: encontrar un modo de comunicarse con su madre. A eso es a lo que se dedicarían los próximos días.