Deseos de cosas imposibles

9. Strange

Tony no recordaba exactamente cuántas veces había acudido a la habitación de Steve durante las noches, él realmente olvido la cuenta desde la décima vez, ya llevaba más de tres semanas desde lo sucedido en la misión.

Todas las noches se paraba de la cama, se encaminaba a la habitación de Steve, incluso más de una vez en la misma noche, levantaba la mano dispuesto a tocar la puerta. Él rubio merecía una disculpa, pero Tony no era bueno ofreciéndolas, que podría decir despues de todo. El rubio tenía razón hacia cosas muy poco ortodoxas, pero en ese momento la idea de que le dijera que le importaba no podía soportarla.

Para Tony que era una persona rota, una persona llena de complejos y mas defectos de los que pudiera contar, ser importante para alguien era nuevo. No era exactamente nuevo, Pepper se preocupaba por él y Rhodey, pero el capitán tenía algo que le hacia sentirse diferente, y deseaba no ponerle nombre a ese sentimiento. Tampoco deseaba que el rubio se preocupara porque entonces el ya no tendría esa oportunidad de moverse sin importarle nada.

Suspiro por enésima vez frente a la puerta, con sus pensamientos llenándole la cabeza, bajo la mano y comenzó a caminar de nuevo a su habitación.

¿No puedes dormir? - Natasha lo miraba con curiosidad- ¿Vienes del taller?

Si -mintió- estaba trabajando en la nueva armadura ya que la otra está hecha pedacitos.

Bueno, me reconforta saber que tus daños estén recuperados, hace un par de semanas apenas podías moverte- la sonrisa burlona de Natasha le dejo claro que no le creía

Ya sabes hierba mala nunca muere

Excelente, ahora que ya estas mejor es momento de que inicies tu entrenamiento, ahora que eres toda una señorita es justo y necesario que te sepas defender como dios manda fuera de esa armadura.

Porque todos tienen esa idea de mí, claro que se defenderme sin mi armadura, tome clases de boxeo- la exasperación en la voz de Stark se hizo notar.

Pues sí, eso era cuando pesabas 70 kilos y medias 1.78 ahora mides como 1.68 y pesas como 60 kilos, necesitas métodos de defensas diseñados para tu cuerpo. Ahora que lo pienso también necesitas un nombre de mujer, en algún punto tendrás que salir de aquí.

A sí, pues invéntate uno y luego me lo dices, no quiero ni pensar en eso Natasha- la simple idea de tener que pensar en ello le provocaba ansiedad.

Nat rio con fuerza ante la vulnerabilidad de Stark.

Que te da tanta risa.

Wanda ha pensado en uno ya - Stark entorno los ojos, se había convertido en el juguete de aquellas dos mujeres-bueno me encantaría escucharlo

Ella dice que el nombre de Tania te quedaría como anillo al dedo, no es muy diferente del que tienes.

Stark suspiro ante el nombre, definitivamente tenia que trabajar mas en aquello de la gema - bien ese nombre estará bien -le dijo con una sonrisa ladina- al fin soy yo, todo me queda bien - movió su cabello haciendo un gesto tipo comercial de shampoo -por cierto, quería hablar contigo, pero encontrarte es complicado.

He estado dando informes a SHIELD- suspiro- la misión fallida ha causado revuelo por todos lados.

De eso justo quería hablarte, ¿me puede decir que paso?

La pelirroja lo miro y asintió, le indico que la siguiera hasta la cocina donde preparo café, por lo que se veía sería una larga charla.

La misión iba bien, nos adentramos por el mismo camino que tu tomaste, Sam hacia una guardia aérea, te lo digo Stark, todo estaba bien, Wanda confundió a los guardias lo que nos permitió infiltrarnos con éxito, nos pusimos las ropas y los cascos de IMA, como seguramente lo notaste siempre usan esos cascos. En fin. Wanda se pasó un poco con sus poderes, ya sabes aun no los controla y sospecharon que había infiltrados, pero no tan cerca. Era un plan perfecto.