Deseos de cosas imposibles

15. Tania Rogers

Estúpido, repetía en su mente al ver el bloque de hielo en el que el capitán américa se había convertido, la expresión de sorpresa en su rostro le llenaba de rabia a la castaña. Le había dado una simple orden "no lances el escudo" pero no, tenía que jugársela de héroe. Al menos los rehenes se habían ido antes de que el bendito Rogers lo sacara de la armadura.

Se miro las manos, le dolían, tenía quemaduras de tercer y segundo grado, su rostro y parte de las piernas y el abdomen estaban quemados, ese maldito robot lo habían hecho con la intención de generar el calor suficiente para cocinarlo dentro.

Coloco las manos en el bloque de hielo, al principio sintió alivio, se atrevió a poner la cara, algo bueno había pasado, se dio tiempo de cerrar los ojos un momento pensando por primera vez en el tiempo que ya llevaba con este nuevo cuerpo, y por primera vez deseaba realmente regresar a ser Tony Stark. Encajo sus manos en el hielo, arrastrando así al capitán por un buen tramo de escalera. Se aferraba a la esperanza de que el hielo se derritiera, el tener a toda su legión inutilizada no era lo mejor en ese momento. Pero como era de esperarse, el hielo no se derretía, claro no podían ponérselo fácil. Como pudo se hecho el bloque en la espalda.

Carajo- maldijo en un susurro que resonó en sus oídos, había tenido que doblarse casi por la mitad para poder llegar hasta la superficie, donde un visión, una Natasha que un permanecía dentro de la armadura y un Strange lo estaban esperando.

Tony- la vos metálica que salía de la armadura que cubría a Natasha le hizo a Tony levantar la cara, como medida de seguridad le había indicado a Friday que esa armadura se alejara y no se abriera por nada del mundo, por lo que la pelirroja seguía atrapada ahí – ¡dios mío Tony estas!

Calla arañita- sonrió, no quería que le dijera lo evidente, aparte de las quemaduras provocadas por aquella extraña máquina, podía sentir las nuevas quemaduras por hielo en su espalda- vamos ayúdame con este grandote porque siento que me estoy partiendo en dos.

Crees que pueda descongelarlo con tu armadura

No – le dijo- bueno si quieres tener capitán para rato te aconsejo que no lo hagamos así, necesitamos llevarlo a la mansión -suspiro, mirando a su alrededor- visión,

Si – contesto este en su oído- es seguro que bajes ya por nosotros.

El viaje fue casi en completo silencio, los rehenes rescatados entre ellos María Hill permanecían dormidos en la nave por órdenes de Stark. Lo que menos necesitaba era tener a SHIELD pegado a él como una segunda piel pidiendo respuestas...

Como llegaste tan rápido – Natasha decidió romper el silencio instalado en la cabina de mando, una vez que estuvo fuera del traje tomó el control de la nave junto con visión

Strange- le dijo al tiempo que miraba hacia el cielo- la mirada se perdió en el infinito – en cuanto vi el armamento, decidí que lo mejor era venir.

¿Estas ocultando algo no es así? - nat fijo sus ojos en el perfil de la castaña.

SHIELD nunca me ha gustado, siempre con secretos, siempre con trampas – los castaños ojos se posaron en la pelirroja – les contare... lo prometo ... pero por ahora debeos de preocuparnos por Steve.

Rogers despertó, un ligero hormigueo en el cuerpo hizo que arrugara la frente en un gesto de fastidio, recordaba que había pasado en aquella extraña misión, recordaba haber lanzado el escudo y sobre todo recordaba la cara de Tony al ver cómo era...

"lo habían congelado"

Apretó los puños en señal de claro enojo, un enojo que fue creciendo al saber que no había obedecido una orden de Antony, no es que hiciera lo que le pedía siempre pero por algo le había advertido.