Deseos de cosas imposibles

5. viaje

Antony tenía dos cosas muy claras, la primera que regresar a Malibú en automóvil era muy sencillo, incluso divertido, pero viajar de copiloto en una motocicleta aferrándose al bien marcado estomago del capi-paleta, no lo era tanto.

La segunda, que pese a toda la discusión que había tenido para convencerlo de no usar el Mark por los ataques de pánico, Steve no parecía molesto con la idea de tener que ir a un viaje con el, por el contrario, parecía que el capitán estaba de un muy buen humor y Tony jamás lo admitiría en voz alta pero por algo era el Capitán América. El rubio tuvo el suficiente estado de ánimo para que antes de partir del complejo le proporcionara unos pantalones más o menos de la nueva talla del castaño e incluso tenían algo de dinero.

No puedo creer que guardaras tú ropa vieja-grito el castaño para hacerse escuchar.

Ya te lo dije no fui yo- Steve parecía divertido ante los intentos de platica del castaño, con esta era la cuarta vez que le repetía aquella frase. - SHIELD guardo todo lo referente a mi.

¿Y casualmente no había fotos? -interrogo el castaño- me pica la curiosidad por verte antes del suero

Esas las rompí yo al conocerte, si las veías seguramente capi-paleta sería el mejor apodo por el que me llamarías.

Tony no supo si enfadarse por el concepto que tenia de él o reírse porque probablemente si le llamaría de miles de formas, se quedó callado resignado que estaba atrapado con el gran capitán américa en un viaje de dos días, de los cuales apenas habían cumplido la grandiosa cantidad de 20 horas de viaje, y aunque Tony estaba acostumbrado a no dormir durante días, ir agarrado al rubio, sin nada mas que hacer le provoca querer dormirse.

Era la cuarta vez que Steve se detenía para hacer que Tony reafirmara el agarre, se veía que el castaño estaba fatigado y Steve no podía culparlo, para el rubio las cosas eran diferentes, el suero le permitía estar días sin dormir o sin comer y no sentía los rezagos de este.

Busquemos un lugar donde puedas descansar- habían hecho una parada para cargar gasolina- o terminaras en el piso rodando donde te vuelvas a soltar.

Tony negó con la cabeza, sabía que el dinero apenas cubriría el gasto de la gasolina, lo cual sea dicho lo hacía sentirse bastante tonto, en su intento por encontrar una solución a su problema, no se tomó la molestia de agarrar alguna tarjeta o su cartera, simplemente corrió hacia donde se encontraban sus compañeros sin pensar en nada más. "uno de los hombres más ricos del mundo y sufro por dinero" se dijo irónicamente.

Steve subio de nuevo a la motocicleta indicándole a Tony que subiera también, por el camino dieron con un merendero, el aroma de carne asada les llego tan de improviso que Stark escucho su estomago gruñir.

El rubio miro al castaño, Steve no quería alimento podía aguantar bien, pero ver a Tony en esa posición escuchando el rugido del estómago ajeno, le hizo despertar ese instinto de protección para el menor. Aparco en el primer lugar libre indicándole al castaño que esperara ahí.

Por lo que más quieras no te metas en problemas- recalco Steve mirándolo de aquella forma paternal para dejarlo solo un momento.

"ni que tuviera tres años "pensó Stark al tiempo que se quitaba el casco. El vidrio que tenía delante le devolvía el reflejo de una mujer con una mirada sería, pero un puchero en su rostro le hizo sentirse extraño, ver su reflejo era demasiado para él.

Ven – Steve tomo la mano de Tony conteniendo una sonrisa, cuando salió del establecimiento el castaño se encontraba haciéndole muecas a su reflejo