14. Legión

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Steve Rogers tenia de nuevo esa sonrisa en sus labios, todos habían notado el buen humor del rubio que llevaba ya un mes, pero nadie sabía que había pasado para que ese buen humor se mantuviera. Si bien todos sospechaban que algo bueno le había pasado. Nadie ni en sus mejores momentos se habría imaginado que era porque la gran capitán américa, el bueno y correcto, siempre virginal Rogers, había dormido con la persona más promiscua del planeta.

Un mes con tres días y 6 horas, no es que Steve llevara realmente la cuenta, no señor, pero no podía evitarlo realmente. Recordaba cada detalle de aquel hermoso momento, cada gesto de la castaña, cada palabra, Dios, recordaba todo, y eso le ponía de buenas, porque él amaba a Tony.

Claro el tema no se había vuelto a tocar, despues de la mañana siguiente donde en realidad fingieron demencia, bueno Tony fingió estar demasiado ebria y Steve nunca en la vida le presionaría para hablar de ello.

Se que jamás me lo dirás, pero, algo paso entre tú y Tony ¿verdad? - Natasha miro a su compañero desde el otro lado de la columna de aquel edificio. Steve negó con la cabeza sonriendo, era increíble que en medio de una misión sacara el tema.

Nat no crees que no es el lugar para hablar de esto. -le hizo una señal para avanzar, era una misión relativamente sencilla, habían capturado a varios agentes de SHIELD entre ellos a María Hill.

Ya te lo he dicho – susurro al intercomunicador- soy multitareas, así que cuéntame, ¿se besaron?

Escucho ruido – el capitán se escondió al tiempo que pasaba una máquina, una especie de androides que eran los vigilantes de aquel lugar, definitivamente Iron man habría sabido que hacer con ellos, pensó el rubio añorando pelear con su compañero de batallas, pero Tony se había negado a ir, porque eso significaría que tendría que presentarse en SHIELD y ambos sabían muy bien que en su actual condición no era lo apropiado. - Tony me escuchas.

Fuerte y claro capitán- Tony se estremeció al escuchar la voz en su oído, lo cual le molestaba porque últimamente siempre le pasaba. Había dormido con muchas personas a lo largo de su vida, más de las que recordaba, dejo lo que estaba haciendo para poner toda su atención en aquella voz que le erizaba cada bellito de su cuerpo.

Hay unos androides vigilando el lugar, no sabría definirlos-la dulce y melodiosa risa de Stark inundo los aparatos.

No podrías definir nada que no sea del siglo pasado capi paleta- sonrió – ok activa la cámara y yo sabré como identificarlos, Friday cariño, haz tu magia.

A la orden señor

Natasha miro al capitán, ahora ya no podría interrogarlo- buena jugada capitán- se adelantó hacia la puerta del lugar seguida del capitán.

Las pantallas holográficas de Tony se llenaron de la vista del capitán, podía ver con claridad a Rumanoff corriendo delante de él. Miro la otra pantalla para ver lo que veía la agente, Tony se sentía como en un juego de realidad virtual. Se sentía culpable por no acompañarlos, pero definitivamente no quería encontrarse con el pirata y ser interrogado incluso y conociendo a ese pirata sin corazón le haría someterse a pruebas, de las cuales no quería ni imaginarse que serian.

Alejo los pensamientos malignos de su mente y miro con atención.

¿Los ves? - pregunto el capitán provocando un nuevo escalofrió en Tony.

Si – la castaña comenzó a ver la información que Friday le iba dando, la aleación era muy similar a la de su armadura, pero claro no podían competir, en un segundo con una de sus armaduras los habría destruido. Lo que si llamo su atención era las armas que tenían.

Deseos de cosas imposiblesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora