Santiago de Chile a 11 de abril de 2005.
Querido papá,
Quiero contarte cómo me sentí en mi cumpleaños. Me emocioné mucho cuando supe que vendrías a la fiesta, pero luego me di cuenta de que apenas estuviste conmigo. El abuelo me está ayudando a escribir esta carta porque necesito que entiendas cómo me siento.
Cuando llegaste, traías un regalo para mí. Me hizo mucha ilusión abrirlo, pero cuando vi que era una muñeca, me sentí un poco triste. Si me conocieras mejor, sabrías que las muñecas no me gustan.
Me dolió que no pasarás tiempo conmigo en mi día especial. Me encantaría haber jugado contigo y haber compartido momentos juntos. A veces me pregunto por qué no puedes estar más presente en mi vida.
Quiero que sepas que te quiero mucho.
Con amor,
Anastasia.
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Cartas para la Sombra de un Padre
Short StoryTodo comenzó cuando apenas tenía 10 años y esperaba con ilusión tu presencia en mi fiesta de cumpleaños. Pero el día transcurrió sin tu llegada, y el vacío que dejaste se convirtió en una herida en mi corazón infantil. Recuerdo con nitidez el torren...