Santiago de Chile a 11 de abril de 2006.
Querido papá,
Quiero contarte cómo me sentí en mi cumpleaños número 12. Me alegró mucho verte en mi fiesta, pero algo me dejó un poco triste. Noté que ni siquiera me abrazaste o me deseaste un feliz cumpleaños, y eso me hizo sentir un poco ignorada.
Vi cómo te acercabas cariñosamente a mi hermano en su cumpleaños y pensé: "¿Por qué no puedo tener eso también?". Me pregunté si había hecho algo mal o si tal vez no soy tan especial para ti.
Entiendo que quizás nuestra relación nunca llegue a ser lo que deseo, pero quiero que sepas que aún así te quiero mucho.
Un abrazo,
Anastasia.
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Cartas para la Sombra de un Padre
Short StoryTodo comenzó cuando apenas tenía 10 años y esperaba con ilusión tu presencia en mi fiesta de cumpleaños. Pero el día transcurrió sin tu llegada, y el vacío que dejaste se convirtió en una herida en mi corazón infantil. Recuerdo con nitidez el torren...